Cuando el futbol entra en receso, los programas deportivos no tienen mucho de que hablar por lo que sus espacios lo llenan 20% hablando de contrataciones y 80% hablando de rumores de posibles contrataciones, esto provoca un verdadero caos sobre todo en redes sociales, donde ya cualquiera sin más base que su imaginación, se avienta a decir locura y media confundiendo a una afición siempre ávida de las famosas bombas.

La cosa es más simple de lo que pensamos, los periodistas que tiran un rumor que finalmente se concreta, es porque el jugador en cuestión, algún directivo o representante le filtran la información, por lo cual, los que dan rumores que en su mayoría terminan en contrataciones, son colegas que están haciendo bien su trabajo buscando información.

Una nueva especie son los periodistas de Twitter, gente que está la mayoría del tiempo enfrente de una computadora que con cierta habilidad en cuanto sale un rumor, empiezan a cuadrar información chequeando cuentas de periodistas de diferentes países, sobre todo cuando la transacción es de un jugador de una liga foránea, yo no veo mal ésta modalidad, siempre y cuando se respete la fuente.

Una última son los golpes de suerte, como el mío cuando una amiga que vive en el DF vio a Bob Bradley comiendo con directivos del Santos, me avisó de inmediato y yo me apunté esa exclusiva, obvió éstos golpes de suerte son eso, suerte, no se dan muy a menudo.

Los invito a no creer cualquier barbaridad, verifiquen número de followers y medio donde trabaja el portador de las bombas, lo que suena a barbaridad generalmente lo es.

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