Un trabajo de animación que permite hablar de temas como la amistad, la compañía, la rutina, las manías y el cambio. Mr Hublot (2013) es un cortometraje escrito por Laurent Witz y codirigido por éste al lado de Alexandre Espigares que da una mirada a la vida de un hombre con trastorno obsesivo compulsivo (TOC), quien verá su mundo cambiar ante la llegada de un compañero perruno.
El desorden por ansiedad de este tipo, definiéndolo de manera general, lleva a las personas a preocuparse de manera recurrente, inquietando su mente y sus acciones, produciendo manías en su actuar; entre los ejemplo más comunes se encuentran lavarse las manos constantemente o apagar y encender la luz cierto número de veces antes de salir o entrar en una habitación.
Este segundo ejemplo es parte de las rutinas de comportamiento del protagonista de la historia, un hombre que se aleja de la sociedad y del mundo externo resguardándose en el espacio en donde vive, una casa en donde encuentra refugio, pero llevado al extremo.
Mr Hublot ha cortado casi toda conexión con el resto de su ambiente, pero mientras eso parece funcionar para él, también es importante notar que el mundo no puede simplemente devolverle la moneda y cortar con su persona. El ser vive en una sociedad y la convivencia y socialización son parte del desarrollo del hombre. El protagonista no es ciego ante su entorno, sólo elige no mirarlo.
Entonces algo llega a modificar la rutina de Mr Hublot, un perro que vive en la calle y que llama su atención. El hombre le mira, le oye y aprende a vivir cerca del perro, éste se vuelve parte de su rutina y su compañía indirecta al aceptarlo como un elemento más de su realidad. Pero cuando el perro entra en peligro, el hombre debe decidir ganarle a sus obsesiones y rescatar al animal.
El momento es de gran importancia en varios niveles. Para una persona normal, preocuparse por otro ser implica responsabilidad, ética, solidaridad o amabilidad, pero para alguien con un trastorno obsesivo, el cambio significa un gran momento en su toma de decisiones. Una decisión en cualquier caso, pero en un nivel diferente según sea de lo que se trate, es siempre un motivo de apremio; en este caso, la decisión misma de salir, es un cambio radical para el protagonista si consideramos su tipo de vida.
Aceptar que el perro viva con él es además una situación muy ligada con otro problema, el de la adaptación. El hombre debe aceptar el cambio, pero también debe aceptarse él mismo y aceptar lo que significa convivir con otro ser vivo.
La historia habla de la adaptación del ser, se tenga una obsesión compulsiva o no: Una mascota, una persona o un ambiente. Las personas pueden estar ensimismadas en sus rutinas y en hacer siempre las cosas, de la misma manera que dan por sentado ciertos factores de su existencia: su entorno, sus amigos, la ciudad en la que viven, las personas con las que conviven, su trabajo, sus metas, sus pasatiempos, sus temores, su gobierno, sus responsabilidades. Hacemos lo que hacemos a veces sin cuestionarlo y cuando algún factor llega alterar la rutina cotidiana, dar el paso hacia la adaptación y consiguiente aceptación-sumisión es un movimiento que puede hacer sentirte tambaleante.
El protagonista de la historia lo hace y lo acepta, pero no sin cruzar por ciertas dificultades para lograrlo. Tal vez él no supere por completo su obsesión compulsiva, tal vez en cierto grado el hombre simplemente adapta a su nueva mascota y sus rutinas con las suyas propias, pero el mensaje importante de la historia es que Mr Hublot se atreve a hacerlo. Si el motivador es el perro o no, lo importante es que lo que gana es más grande de lo que puede perder.
La historia también habla del compañerismo y de la soledad. La fraternidad y el lazo que se da entre amo y mascota no es una relación autoritaria o tensa o normada, es una relación de amistad. De alguna manera el perro significa parte de lo que Mr Hublot carece, significa ese algo que falta en su vida para ser más feliz o para sentirse realizado, para darle mayor significado y trascendencia a su vida o para permitirle crecer como persona. El perro es un símbolo significativo del antes y el después en la vida del protagonista.
La imaginación con la que se desarrolla el trabajo animado permite además hablar de la modernidad en comparación con la naturaleza más esencial del ser. La animación y el tipo de trazado de los personajes y ambientes, hechos con partes automáticas y mecánicas como si fueran más cercanos a robots que a personas de carne y hueso, permite poner en perspectiva el tema de la modernidad. No importa qué tan vanguardista y futurista el mundo pueda ser, la esencia de las personas, en comparación con las máquinas, es su parte humana. Mr Hublot, su perro y el mundo en el que vive son sólo una muestra de los espacios y las personas que habitan a lo largo y ancho del planeta.
Ficha técnica: Mr Hublot