Sacar de proporción triunfos y derrotas de nuestra Selección Mexicana de Futbol es nuestra especialidad, eso a muchos nos hace temer reaccionar de manera equivocada o exagerada con una victoria como la del viernes pasado, sin embargo, consciente de que Camerún no ofreció mucho, creo que lo que los muchachos del Piojo mostraron es para ponerse feliz, a mi me llenó de orgullo verme representado con tantas ganas y buen futbol a pesar de la terrible presión y malas vibras que imperan sobre el equipo mexicano.
Créanme que no debe ser fácil ser Memo Ochoa, saber que tienes prohibido equivocarte y que sólo si te la cuelgan de un ángulo no dirán que el gol fue tu culpa, ser el Maza Rodríguez con casi toda la raza encima considerándote un tronco, ser Gio Dos Santos a quien cuestionamos sí o sí, haga lo que haga, bueno, aunque marque de tiro libre en el mismísimo Benabéu, no logra convencernos del todo, ser el Chicharito Hernández, amado exageradamente hace dos años y hoy injustamente odiado de manera igual de exagerada por propios y extraños, ese odio y envidia no dejó ver ni a los especialistas que Layún lo mató con un rayo a la rodilla cuando debió ser un pase raso y no tan potente para que solo la empujara.
Por lo anterior creo que el triunfo del viernes contra Camerún es de esos redondos, bonitos, a los que no les faltó nada, incluso cayó en quincena tuiteaba una amiga. La mesura debe venir ahora, irnos paso a paso, viene Brasil, lo enfrentamos como nos gusta, sin presión y con el marco ideal para lucirnos y hacer historia. Confío en un buen resultado de nuestra Selección pero de no darse ojalá no empecemos a crucificar gente, vamos a apoyar hasta el final y ya después hacer los análisis en frío, sin complejos ni filias de colores de clubes pero si usted es de los que se desahoga echando culpas pues hágalo pero espérese hasta el final.
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Para Empezar
Armando Castil RosellComunicólogo, Lagunero. En medios de comunicación desde 2008. Récord, Grupo Brecha, GREM, TV Azteca Laguna.