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Premios Oscar 2014 (tercera parte)

Diana Miriam Alcántara Meléndez

Repaso crítico breve sobre las nominadas a mejor película para el premio Oscar 2014. Tercera y última parte.

Philomena (Reino Unido-EUA-Francia, 2013)

Un periodista comienza a investigar la historia de una madre, quien busca a su hijo después de 50 años, cuando se vio forzada a dar a luz en un convento. Las actuaciones son buenas pero la fortaleza del relato proviene de un guión que no se deja caer en el terreno melodramático de la situación, al contrario, establece bien a sus personajes y los dota de una personalidad con interesantes (y muchas veces opuestas) perspectivas respecto a los obstáculos que en el viaje ambos personajes van encontrando.

Como relato de investigación el descubrimiento de pistas sucede de manera progresiva. El espectador va al hilo de la historia del hijo perdido a la par con los personajes principales y ello funciona, incluso cuando las piezas están convenientemente acomodadas, porque el viaje en sí es justificado. Los motivos por los que Philomena toma la decisión y emprende el camino responden a una motivación propia, ella lo hace para sí misma, aunque el proceso implique perdonar a otros.

La película está basada en hechos reales (el libro del periodista). Ante ello el desarrollo se siente convincente, emotivo e inspirador, pero más a fondo está el eje que conlleva la historia: un hijo separado de su madre por un grupo de monjas que castiga(ba)n como pecado un embarazo fuera del matrimonio, con todos los cuestionamientos e implicaciones éticas, morales y religiosas que ello trae consigo y deja para la reflexión.

La experiencia de ver la película vale la pena porque la historia está bien contada y bien realizada. Se pudo haber pedido más del personaje del periodista y de su enfoque respecto a su profesión (además de las ocasionales dudas que expresa el personaje respecto a contar o no públicamente la historia de la mujer), y lo mismo se puede decir de otros personajes que salen a luz durante la investigación. Detalles que el libro recolecta y que la película decide dejar fuera. Cualesquiera que sean sus razones la decisión no afecta a la adaptación, que funciona como es. Al final el eje narrativo y el relato que se cuenta son suficientemente interesantes para sostenerse y disfrutarse.

Twelve years a slave – Doce años esclavo (EUA-Reino Unido, 2013)

La historia de un afro americano libre que es engañado y vendido como esclavo, su recorrido ante diferentes “amos” por doce años, tiempo en el que vivirá experiencias de maltrato y racismo injustificado hacia trabajadores (servidumbre) como él.

La variedad de perspectiva, de trato, de pensamiento respecto al tema, expresados a través de diversos personajes cuya naturaleza proviene de uno u otro lado de la situación, es interesante. La vida en general, sin importar época, lugar o circunstancias, muchas veces es injusta, a veces es cruel, vivir-sobrevivir. Pero no hay realmente nada que no se sepa ni nada que no se haya visto. El trabajo es relevante por la situación histórico-social-cultural, pero al mismo tiempo, por su idea de ser realista, también parece manipuladora de sentimientos, del lado humano como inhumano de lo que el trato a los esclavos significó en EEUU a mediados del siglo XIX.

¿Buena? Sí. ¿Bien hecha? Claro. ¿Relevante? Sin duda. ¿Recomendable? Seguro. Pero al fin y al cabo, una historia de vida que se explota, irónicamente. ¿Qué pasaría si la misma trama y argumento se actualizaran a la época moderna y se sustituyera a los esclavos por trabajadores inmigrantes? ¿La historia sería igual de potente pero su visión sería más notable? El mayor problema que se enfrenta al ver la película es que, incluso cuando el eje genérico que mueve el relato funciona bien y ésta está bien pensada y realizada, no pasa de ser una buena historia, no una historia trascendental (en el sentido fílmico).

The wolf of Wall Street – El lobo de Wall Street (EUA, 2013)

El ascenso y caída de Jordan Belfort como corredor de bolsa durante la década de 1990; fundador de Stratton Oakmont, firma que defraudaba inversionistas con estafa de acciones y manipulación de la bolsa de valores. Corrupción, fraude, engaños corporativos, manipulación financiera, tácticas de supervivencia en el mundo competitivo (económico sí, pero, realmente, en cualquier ámbito), herramientas de la desesperación y de la necia lucha por alcanzar el ideal promocionado por el sueño “todo es posible”. La historia es potente, significativa y representativa; este no es un relato alegre, es un relato prácticamente irónico.

Por muy bien que Scorsese y/o DiCaprio puedan trabajar los papeles y la historia en general, la película falla en ofrecer todo el impacto que pudo tener. El personaje principal es una antítesis del modelo perfecto y eso es muy bueno, esa es la realidad del sistema, pero de alguna manera parece que en el proceso la historia recicla elementos que ya se han visto con anterioridad en este tipo de películas. Los temas son interesantes y nunca dejan de ser actuales, pero la película no toma como eje la temática y su contenido, sino la historia de vida de su personaje principal, perdiendo con ello oportunidad crítica y llenándola con un drama que se ve venir a kilómetros de distancia (puntualizando que la fuente del relato son las memorias escritas por el verdadero Belfort, lo que precisa la ocasional mirada puntual respecto a ciertos temas y situaciones).

Por momentos se alarga de más y tiene la necesidad de dar a sus personajes mayor profundidad y/o desarrollo a fin de alejarlos de la, por momentos, unidimensionalidad. El trabajo en general es bueno y hace que valga la pena ver la película, pero ¿sería mucho pedir ahora una historia que se interesara por modernizar sus escenarios a fin de ofrecernos un relato más revolucionario? ¿Y qué tal hubiera sido tener un personaje femenino con verdadera fuerza narrativa, no dramática, de esos sí hay, pero narrativa? Sí, así es esta película y así es este mundo, de eso no hay queja, pero es que así son todo este tipo de películas (o la mayoría, por lo menos); algunos ajustes y tal vez el resultado mejoraría en discurso y substancia.

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