Adaptar un trabajo escrito para convertirlo en un nuevo proyecto es una labor de interpretación, imaginación, creatividad y análisis. Cuando la obra escrita es transportada a la pantalla grande, lo que se espera no es una transcripción o una copia calca del texto, porque el cine ofrece una combinación audio-imagen que el papel no. El escrito (novela, cuento, poema, obra de teatro, ensayo) tiene sus herramientas literarias para evocar imágenes, para transportar al lector, para explicar su tesis; el cine tiene que hacer de sus propias herramientas para capturar la esencia del lenguaje literario y representarla en pantalla.
Varias películas basadas en las obras de William Shakespeare (1564-1616) han otorgado su propia interpretación del texto pero manteniendo elementos significativos del escrito, el lenguaje o la ambientación; entre ellas se pueden encontrar todas aquellas adaptaciones que Orson Welles o Laurence Olivier realizaron a la producción literaria del insigne escritor. Pero llevar todas estas historias a una interpretación más libre (o menos literal) implica otro proceso, creativo o de realización.
Las películas modernizadas que toman como base la obra del dramaturgo inglés suelen mencionar que están “inspiradas” en los escritos de Shakespeare. La palabra clave (inspiradas), probablemente sea la justificación necesaria para explicar sus libertades creativas (lenguaje, ambiente, trama, personajes, escenarios, entre otros). Más importante aún, el propósito ideal de dichas adaptaciones es el de reinterpretar las obras sacándolas de su contexto habitual. Cómo se comportaría tal personaje o cómo se desenvolvería tal historia si tomara lugar en la época actual. Las similitudes entre el pasado y el presente se hacen evidentes, lo mismo que las diferencias. Las adaptaciones modernas, además de capturar la esencia de la obra, tienen que resaltar cómo la modernidad en que se desarrollan afecta, influye, aporta o perjudica a la historia misma.
De diversas adaptaciones de este tipo, algunas juegan con los elementos pasado-presente, por ejemplo, el “Romeo + Julieta” de Baz Luhrmann, que se desarrolla en los EEUU de finales del siglo XX, pero que mantiene el lenguaje clásico utilizado por Shakespeare en sus obras. Muchas otras películas sólo emulan en algún grado las obras que las inspiran: El rey león de Disney con el “Hamlet” de Shakespeare; “Kiss me Kate”, comedia musical de 1953, realizada a partir de un libro que se escribe a partir de “La fierecilla domada”; She’s the man [Una chica en apuros] de 2006 se basa en “Noche de Reyes”, así como Get over it [Así es el amor], de 2001, tiene sus similitudes con “Sueño de una noche de verano”.
Cada trabajo debe sostenerse por sí solo, en su realización, su historia, su trama o sus diálogos, pero ninguno debe olvidar que su base narrativa (y como adaptación también debería serlo la temática) está cimentada en el trabajo realizado de la mano de Shakespeare.
Pregunta general, ¿si el texto se encuentra en dominio público, Shakespeare debería aparecer en los créditos? Muchas de estas películas opinan que no, pero tal vez aquella frase popular lo explica mejor: crédito a quien crédito merece.
Much ado about nothing (2012)
Joss Whedon presenta su versión de la obra de Shakespeare. La representación se ambienta en el presente, en la época moderna, pero con trama y diálogos fieles a la original. Bajo esos parámetros, el proyecto está bien logrado. Whedon reúne viejos colaboradores y con muy bajo presupuesto y menos de dos semanas de filmación logra completar un trabajo que funciona en pantalla, en especial al excluirse de la parafernalia visual (filmada en blanco y negro y con una sola locación). El proyecto es sencillo y resalta por ello, por demostrar que una película se sostiene cuando tiene algo que decir y sabe cómo decirlo (siempre y cuando así se quiera). Las bases de la historia las sienta Shakespeare, pero Whedon reúne los elementos fílmicos que hacen que el proyecto cuente con una chispa propia gracias a una buena comunicación entre actuación y dirección. Extrañamente, tal vez esa sea la principal crítica que se le puede hacer al proyecto, la reducción simplista de capturar en video a un grupo dramatizando una obra teatral, algo que, por cierto, por sí solo implica ya un gran trabajo, recalcando que lograr que tal actuación, representación de la obra, adaptación y filmación resulten triunfantes. Hacer que el proyecto embone es una labor trascendente que en otras manos tal vez no hubiera dado buenos resultados.
Ficha técnica: https://www.imdb.com/title/tt2094064/?ref_=nv_sr_2
“O” (2001)
Brad Kaaya está a cargo de la escritura del guión de esta adaptación dirigida por Tim Blake Nelson, cuyo ambiente actual lleva la historia al escenario preparatoriano y que gira en torno al equipo de básquetbol en donde juegan Hugo y Odin. El primero se encargará de convencer al segundo de mentiras y calumnias con el fin de destruirlo. La historia simplifica la obra de Shakespeare y a sus personajes; mientras la película captura sus motivaciones y esencia, la arrogancia de Otelo (Odín) por ejemplo, en el proceso de adaptación, añade ciertos elementos que ayudan a justificar (dentro de esta ambientación) el actuar de algunos de los partícipes. Hugo pelea por la atención de su padre, de sus amigos y de todos quienes le rodean; él compite con Odín (o por lo menos lo ve como competencia), el favorito de su padre, entrenador del equipo de básquetbol. Trágica por su resolución y entretenida por su desarrollo, el núcleo del relato gira en torno a un joven resentido (Hugo) y sus planes por vengarse de aquellos de quienes siente desprecio y menosprecio. La historia recurre visualmente a las aves como símbolo de libertad. Hugo se identifica a sí mismo como un halcón. “Altanero” no solo significa soberbia, también se utiliza para denominar a las aves de rapiña.
Ficha técnica: https://www.imdb.com/title/tt0184791/?ref_=fn_al_tt_2
Scotland, Pa (2001)
Basándose en “Macbeth” de Shakespeare, Billy Morrissette, director y guionista, ambienta la historia a la década de 1970 y en su desarrollo inyecta un humor negro suficiente para expresar cómo la tragedia de la historia puede alimentarse de la ironía, para resultar en una película tanto ácida como divertida y trágica. Mac y su esposa Pat son empleados en un restaurante de hamburguesas; cuando accidentalmente matan a su jefe, ellos se convierten en los nuevos dueños. La pareja inicia la vida que siempre soñó, pero el detective Mcduff llega a investigar el caso y las circunstancias inconsistentes de la noche del asesinato ponen a Pat en un estado de cautela, mientras Mac poco a poco se va hundiendo en sus alucinaciones, las mismas que le dieron consejos para desarrollar el concepto “drive thru”, o que le impulsan a matar a aquellos que parecen estar descubriendo su culpabilidad en el asesinato. Cambiar el imperio de una nación por un imperio restaurantero es un movimiento arriesgado pero acertado y en general el trazo de la historia es eficiente; sin embargo la película a veces no logra el suficiente dinamismo (en pantalla más que en guión) para que la historia mantenga su tensión dramática/cómica a lo largo del relato (tal vez sólo haga falta aferrarse más a una de las dos opciones). Aquí se abordan más las intrigas y sus errores en ejecución, y cómo ello encuentra su camino de vuelta a los protagonistas (de ahí el lado cómico), no la culpa o el remordimiento de la mente; eso es lo que la aleja de la obra original, para bien o para mal, según se interprete. La película puede caer en una fórmula del tipo: “detective resolviendo un asesinato y culpables cometiendo errores que sólo hacen que se delaten ellos mismos”, pero eso no la hace menos entretenida, en especial cuando hace referencias cómicas a la década en la que se ambienta: la presencia de cadenas de comida rápida o los vegetarianos como un movimiento en ascenso, son un claro ejemplo.
Ficha técnica: https://www.imdb.com/title/tt0265713/?ref_=nv_sr_2
10 cosas que odio de ti (1999)
La historia refiere directamente a la obra “La fierecilla domada”, pero el guión, escrito por Karen McCullah y Kirsten Smith, no da crédito directo a William Shakespeare como autor. La adaptación parece inspirarse en la obra y tomar su argumento como base para su desarrollo, manteniendo la idea general y los nombres de los principales personajes. Kat y Bianca son dos hermanas opuestas; cuando Cameron se enamora de Bianca, debe encontrar a alguien que invite a Kat a una cita, así involucra a Joey, quien no solo pretende a Bianca, sino que paga a Patrick para salir con Kat. Los enredos y algunas particularidades de la obra original se mantienen (Cameron convirtiéndose en tutor de Bianca para poder frecuentarla, por ejemplo), pero a partir de un punto, la historia en la película se da sus libertades para el resto del desarrollo, muy al estilo de la comedia adolescente. El resultado satisface mientras el relato mantiene la esencia de la dinámica entre personajes, conducida principalmente por un choque de personalidades, cargando con una opinión analítica respecto a tratar a las personas deliberadamente como objetos (un punto atinado pues es esto lo que Shakespeare critica en su propia obra). Moderna en su ambiente y moderna en su lenguaje, su envoltorio y contenido son juveniles pero interesantes, además de contar con repetidas referencias a Shakespeare como dramaturgo (y a la obra “La fierecilla domada”), en lo que parece, acertadamente, ser una forma de honrar su trabajo.
Ficha técnica: https://www.imdb.com/title/tt0147800/?ref_=nv_sr_1
Hamlet (2000)
Ambienta al Nueva York del año 2000 y dirigida por Michael Almereyda. La trama rescata varios puntos focales de desarrollo de la original, pero la combinación del escenario neoyorkino con el conservador lenguaje antiguo escrito por Shakesperare no siempre encajan. El choque entre moderno y clásico llega a distraer en lugar de enriquecer el relato; así mismo, algunos actores hacen mejor su trabajo que otros, quienes se pierden entre las líneas del diálogo que les corresponde. En esta versión la presencia de Ofelia y su trama amorosa juegan un papel muy importante en relación directa con lo que afecta a Hamlet como personaje (a veces incluso más que su padre, como marca la obra). Ella se involucra en los hechos, mientras Hamlet, demasiado débil como para sostener el protagonismo de la historia, reacciona en lugar de ser activo en sus decisiones, dejando que puntos clave referidos a asuntos de venganza, locura, culpa y conspiración, pierdan fuerza en el desarrollo. Como acercamiento a un Shakespeare moderno la película es interesante, pero en general el proyecto carece de impacto, dejando que el dinamismo visual del cine de la época (el movimiento de cámara en especial) se envuelva de la historia trágica base, Hamlet, en lugar de ser de la manera opuesta.
Ficha técnica: https://www.imdb.com/title/tt0171359/?ref_=nv_sr_5
Otros ejemplos son: My kingdom de 2001, inspirada en El Rey Lear; Macbeth de 2006, película australiana ambientada en la escena gangster; Ricardo III, de 1995, ubicada en la Inglaterra de la década de 1930, en un escenario fascista; o el proyecto de la cadena británica BBC, “ShakespeaRe-Told” de 2005, serie de cuatro películas televisivas adaptadas a la época actual (Macbeth, Mucho ruido y pocas nueces, La fierecilla domada y Sueño de una noche de verano).