Las artes son un medio de expresión a partir de las cuales se pueden explorar al ser y su entorno. Aunque siempre con algo que decir, no todos los artistas pasan a la historia en el mismo grado que otros, algunos pueden ser más o menos talentosos, otros exploran temas que pueden ser de interés para algunas personas pero poco impactantes para otros.
¿Qué hace tan importante a William Shakespeare? ¿Por qué es legendario? Cada persona tendrá su propia perspectiva y opinión a estas preguntas. Las respuestas pueden hablar de la habilidad del dramaturgo inglés por crear tramas complejas, por construir personajes reales, humanos, imperfectos pero leales a la condición humana y a las características que nos identifican precisamente como humanos; otros podrán hablar de su capacidad para adentrarse en temas que exploran las relaciones sociales, relaciones amorosas, relaciones de poder, la amistad y la familia, la lealtad en balanza con la deslealtad. Más respuestas pueden hablar incluso de cómo, a pesar de los años, las historias, tragedias o comedias, aún son relevantes, lo que en ellas se aborda es actual porque sus temáticas son universales.
Ya sea leyendo algunas de sus obras, acercándose a las puestas en escena de sus trabajos escritos, o viendo algunas de las adaptaciones al cine que se han realizado, el primer encuentro con Shakespeare probablemente nunca será tampoco el último. Su producción literaria es vasta y sus obras son referencia en la narrativa, la literatura y la construcción de historias.
Fuente de inspiración para artistas y para amantes de las artes, William Shakespeare deja un legado que sólo se acrecienta con el paso del tiempo y que toma forma cuando sus palabras toman un sentido especial (una interpretación propia) para aquel que las lee o las escucha. Claro, es pertinente notar que es Shakespeare quien expresa la intención, pero lo enunciado a continuación está matizado por el traductor y su riqueza filosófica se captura mejor en el contexto específico de la obra en que se enuncia. Veamos:
“Nuestras virtudes dependen del juicio de cada época”. (Aufidio) Coriolano, 2011
“Largas son las horas tristes”. (Romeo) Romeo y Julieta - 1968
-“¿Qué tristeza alarga las horas de Romeo?”
-“Es la pena de no poseer aquello que puede acortarlas”.
(Romeo y Benvolio) Romeo y Julieta - 1968
“Un antiguo odio que engendra nuevo odio. La sangre de la ciudad mancha de sangre al ciudadano”. (Narrador) Romeo y Julieta - 1968
“Confusa confesión, confusa absolución merece”. (Fray Lorenzo) Romeo y Julieta - 1968
“Ocurre a menudo que ciertos hombres, por un vicio peculiar a su naturaleza, por algún exceso de su carácter, que derriba los límites y muros de la razón, o por algún hábito en exceso arraigado, que esos hombres que arrastran, como digo, el estigma de un defecto, aún sus virtudes, puras como la gracia, se corrompen ante los ojos del mundo por ese único defecto”. (Hamlet) Hamlet - 1948
“Y guarda unos preceptos en tu mente. Cuida tu carácter. No des voz a tu pensamiento, ni acción a desproporciones. Se cordial, pero jamás vulgar. Los amigos que tengas y estén bien probados, cíñelos a tu alma con aros de acero, mas no flojee tu palma alegremente con cada nuevo camarada implume. Guárdate de entrar en una riña, más, si lo haces, asegúrate que de ti se guarden. Presta oído a todos, pero a pocos tu voz. Viste el atuendo que tu bolsa pueda pagar, sin extravagancias, rico, no ostentoso, que el hábito a menudo nos define. No prestes ni pidas prestado, o perderás bolsa y amigo, y pedir a menudo mella el filo del ahorro. Y sobre todo, sé fiel a tu propia persona. Que así como la noche sigue al día, con ningún hombre serás falso”. (Polonio) Hamlet - 1948
“Si la demanda es razonable no hablarás en vano”. (Claudio) Hamlet - 1948
“Debo ser cruel si pretendo ser recto”. (Hamlet) Hamlet - 1948
“No podemos ser todos amos, ni los amos encontrar siempre fieles servidores”. (Yago) Otelo - 1995
“Ninguna ganancia crece donde placeres no se toman”. (Tranio) La fierecilla domada - 1967
“Esa muchacha está completamente loca… o es maravillosamente franca”. (Tranio) La fierecilla domada - 1967
“Veo que una mujer puede ser hecha una tonta si no tiene el espíritu de resistir”. (Katherina) La fierecilla domada - 1967
“No sufran, niñas, no sufran. Que los hombres siempre han sido farsantes. Un pie en el mar y otro en la orilla, nunca constantes. No sufran entonces, déjenles ir. Y a disfrutar la vida, conviertan sus suspiros en gritos de alegría”. (Beatriz) Mucho ruido y pocas nueces - 1993
“No puedo ocultar lo que soy. Si hay motivo debo estar triste sin poder sonreír. Comer si hay hambre, sin esperar a nadie. Dormir cuando tenga sueño, sin esperar a nadie. Reír cuando esté alegre, a pesar del humor de los demás”. (Don Juan) Mucho ruido y pocas nueces - 1993
“La amistad es constante en todas las demás cosas, salvo en el oficio y negocios del amor”. (Claudio) Mucho ruido y pocas nueces - 1993
“Felices los que oyen sus faltas y saben enmendarlas”. (Benedick) Mucho ruido y pocas nueces - 1993
“A veces para llevarnos a la perdición, los instrumentos de la oscuridad dicen verdades”. (A Holy Father) Macbeth - 1948
“Cuando no son nuestros actos, es el miedo el que nos vuelve traidores”. (Lady Macduff) Macbeth - 1948
“No hay noche tan larga, que no encuentre el día”. (Malcolm) Macbeth - 1948
“Amantes y locos tienen mente tan febril y fantasía tan desbordante, que conciben más de lo que la razón llega a comprender”. (Teseo) Sueño de una noche de verano - 1999
“Así digamos que estás triste porque no estás contento”. (Solanio) El Mercader de Venecia - 2004
“Yo veo al mundo tal y como es, un escenario donde cada uno debe interpretar su papel”. (Antonio) El Mercader de Venecia - 2004
“Si actuar fuera tan fácil como saber cómo actuar”. (Porcia) El Mercader de Venecia - 2004
“La virtud de la piedad no se impone, se desprende, como la lluvia cae del suelo sobre la tierra fértil. Es dos veces bendita, bendice a quien la da y a quien la toma. Su poder es mayor en manos poderosas, le sienta al monarca entronizado mejor que su corona, su cetro muestra la fuerza de su poder temporal, el atributo de respeto y majestad en que se fundamenta el temor a los reyes, pero la piedad está por encima de tales potestades, su trono está en los corazones de los reyes”. (Porcia) El Mercader de Venecia - 2004