El formato del cortometraje permite contar historias en menos de treinta minutos, expresándose como un estilo que, al tiempo de sintetizar de ideas, promueve la creatividad y la imaginación por parte de los realizadores tanto como del espectador, abriendo la puerta para interpretaciones diversas por los temas enunciados que no necesariamente son concluidos.
The captured bird (2012) [El ave capturada], escrito y dirigido por Jovanka Vuckovic, apela a esta capacidad, en especial por el tipo de género y trabajo visual. La historia sigue a una niña que se acerca a una mansión, en donde se desatarán terroríficas y grotescas imágenes que van en su búsqueda.
Pueden existir diferentes interpretaciones de los que estas imágenes representan. Las más repetitivas, entre los varios elementos que aparecen dentro de la historia, van en relación directa con el título de la historia: gusanos. Las aves comen gusanos, pero los gusanos también pueden ser sinónimo de algo putrefacto, descompuesto. Hay un hilo especial si se considera que la niña es el ave, una que además ha sido capturada, o está a punto de serlo. Pero, ¿capturada por qué tipo de trampa? ¿Sus pesadillas, su propio yo interior?
La clave está probablemente en el inicio de la historia, cuando la niña está pintando con un gis, en el suelo, la imagen de su familia, vista además al fondo de la escena, sus padres cargando un bebé. Dos niñas pasan tomadas de la mano a la izquierda de la pantalla, saltando y jugando, pero siguen de largo ante la niña que se dedica a su dibujo. Si esto es una mirada hacia la hermandad, la solidaridad y la familia, es también una forma de entenderlo.
La niña dibuja cuatro personajes, dos padres, un bebé y una niña, pero es claro que ella está más ensimismada en su dibujo que en estar con su familia y, en ese sentido, tal vez sería importante reflexionar si los personajes al fondo de la imagen están relacionados con la niña; el dibujo parece indicarlo, sugerirlo.
Detalles como estos son tan interesantes como confusos. El cortometraje no tiene diálogos, dejando que los elementos visuales hablen por sí solos. La escena inicial con el dibujo, con la niña y con los otros personajes, son los elementos que dejan descifrar el panorama de la personalidad y dimensiones de la protagonista.
El siguiente elemento visual animado y fantástico es la aparición de unas criaturas parecidas a unas arañas, bichos o insectos grandes, negros y dientudos y con grandes patas. La niña se ve atraída para acercarse a ellas, sólo para asustarse y gritar cuando las tiene enfrente. El cortometraje termina con las cinco “arañas” saliendo de la mansión, oscureciendo y absorbiendo la vida de las flores y las plantas a su paso, cual si fueran los Dementores que aparecen en la saga de Harry Potter.
La negatividad parece haber ganado en la historia, el lado oscuro de la niña derrota y toma el control sobre ella; el lado obscuro vence a la niña y todo lo que su bondad e inocencia infantil pueden representar. La interpretación varía según se entienda el relato. Tal vez el lado oscuro y macabro simplemente ha logrado asustar a la menor.
Guillermo del Toro produce el proyecto y al igual que en su otro trabajo, “El laberinto del fauno”, la historia de fantasía gira alrededor de una niña que imagina, intuye y crea, que se pone al centro de la historia, emulando cualquier cuento fantástico y de hadas pero con un toque de horror que otorga un sello diferente al positivo y siempre alegre halo distintivo en este tipo de relatos, abriendo y dando paso a una mirada directa de la naturaleza, de la personalidad del ser. Individuos con dimensiones y no simplemente con tintes blancos o negros, sino también grises y coloridos. No es que la niña sea mala o buena, ni tampoco su alrededor, es que cada persona, incluidos los niños, puede estar contenta, enojada, feliz o molesta, según la situación, algo que se refleja tanto en su interior como su exterior; sus emociones lo dejan ver, pero sus sueños o sus pesadillas también son reflejo o demostración de lo que sucede en su mente.
Visto como una aventura de fantasía y terror, la historia es inquietante, interesante y atractiva, pero los elementos que dejan entender el trasfondo de la historia pueden sentirse ambiguos en exceso.
El cortometraje realizado por Andrés Muschietti, “Mamá”, por ejemplo, ejecuta más eficientemente el arte de administrar el tiempo en pantalla en un cortometraje, ofreciendo un trazo más transparente y esclarecedor del tipo de historia infantil que se quiere contar: dos niñas reciben el regreso de su madre, pero la presencia de ésta resulta ser más escalofriante que bienvenida.
“Mamá” dura apenas tres minutos y tiene una cantidad de diálogo menor, pero las palabras y las acciones son clave para entender la relación entre la madre y sus hijas. Además del gran atributo del proyecto, el trabajo visual y la forma en la que se crea el personaje a quien el título de la historia se refiere, que es el verdadero generador de susto. “Mamá” también habla de la familia, pero deja claro que se trata de una relación paternal.
The captured bird es un cuento más infantil, tomando en cuenta la edad de la protagonista e incluso el trazo de la historia y el tipo de labor visual; su intención no es tanto producir sustos, como “Mamá” pudiera serlo, sino que parece querer acercarse al tipo de miedos que se producen en la mente pueril, realizado de manera poética, bella y soñadora; hablando de la unión y de los lazos de hermandad y dejando que las visiones terroríficas, bizarras y escalofriantes, reales o imaginarias, tomen por sorpresa a la niña y al espectador.
Ficha técnica: The Captured Bird