Recuerdo los años en los que aún había un sano ayuno futbolero, lo sano no siempre nos gusta, por eso ese receso de nuestra liga se ha ido recortando cada vez más, al grado que combinado con torneos veraniegos de nuestra selección, no hay un sólo fin de semana sin actividad futbolera. Nos dejamos querer, en el fondo nos encanta que terminando con el TRI al siguiente viernes ya haya Liga MX, sin embargo, esa prisa por empezar afecta en muchos aspectos el inicio del torneo, obligando a los entrenadores a improvisar y a armar sus primeros compromisos ligueros con gente que ni siquiera tuvo en la pretemporada. Para equipos que cuentan con jugadores seleccionados por su país el trabajo previo al torneo se convierte en sólo un trámite del que pocas cosas se sacan de provecho.
Nuestro desfase con otras ligas también afecta a la hora de fichar extranjeros, cuando equipos mexicanos quieren comprar, los jugadores están muy caros y sin ninguna prisa de arreglarse ya que para ellos el plazo para contratarse es el que hay en prácticamente todo el mundo, el 1 de septiembre. Por eso llegan extranjeros caros y de no muy alta calidad la mayoría, aparte llegan tarde y sin pretemporada, debutan hasta la fecha cuatro y muchos de ellos se lesionan, ejemplos sobran.
Ignacio Ambriz apenas está conociendo a su plantel, el dicho de su jefe Ricardo Peláez de que la pretemporada sirvió para ver jóvenes suena a cuento chino o por lo menos yo jamás he oído declarar eso a un directivo de equipo europeo, estoy de acuerdo que en las pretemporadas se ven jóvenes pero combinados con tu plantel titular no sin él. Cruz Azul también apenas completó su plantilla, Sergio Bueno tendrá que integrar de a poco a los recién llegados o de lo contrario se le puede descomponer todo lo que trabajó previo al inicio del torneo y como la mayoría tendrá que empezar a improvisar. Lo de Santos Laguna va por el estilo pero combinado con lesiones y suspensiones, al parecer Pedro Caixinha tendrá al cuadro ideal que tiene en mente hasta la fecha 4.
La Liguilla y el fracaso comercial de las jornadas de media semana tendrán al futbol mexicano atado a este proceder, por eso el abismo entre la fase regular y la llamada fiesta grande cada vez es mayor. Nuestro torneo se trata de quedar entre los mejores 8 de 18 equipos, no suena tan difícil, por eso la mediocridad y el ver sólo dos meses de futbol espectacular al año.
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