Nuestro futbol y nuestra selección no se manejan de la mejor manera. Es claro que en ambos los intereses económicos reinan encima de todo; pacto de caballeros, multipropiedad, televisoras dueñas de el TRI, comentaristas que echan técnicos, técnicos que se endiosan en el banquillo tricolor, en fin... Todo lo anterior creo estamos de acuerdo que está mal, que se debería corregir, sin embargo, cuando juega nuestra selección o está la liguilla por el título local nos olvidamos de todo y disfrutamos, el ejemplo más reciente es el del sábado pasado en el que dos de nuestras selecciones consiguieron sus objetivos, el más importante que fue calificarse a la Olimpiada a defender nuestra medalla de oro fue el menos festejado, el que nos hizo gritar fue el triunfo en tiempo extra por 2-3 sobre nuestro rival más odiado en muchos aspectos, no sólo el deportivo.
La emoción nos rebasa y olvidamos realidades lamentables. La Copa Oro es increíble que se juegue cada dos años, el único motivo por el que se hace así es el económico, el éxito de esta "Copa Concacaf" que enfrenta a los dos ganadores de la justa, es simplemente la garantía de que todo seguirá así, nuestra zona seguirá siendo de las más atrasadas y México seguirá yendo a Copas América con equipos B desaprovechando la oportunidad de medirse con verdaderas potencias futbolísticas, es una tragedia pero finalmente nos gusta. Nuestra selección el martes se queda sin entrenador y el miércoles que entra presenta a su nuevo timonel, todo se hará con bombo y platillo como si estrenar un tercer técnico antes de la mitad de un proceso fuera motivo de orgullo, tendrá menos de un mes para enfrentar los primeros partidos de un difícil cuadrangular ya de eliminatoria mundialista pero no nos importa, ya estamos en Rusia 2017, el 2018, ¿qué? De momento no molestes, Manye, después vemos.
Así son nuestros procesos mundialistas. Vamos de torneo en torneo resolviendo lo inmediato, no hay proyecto y nunca lo habrá. Con Juan Carlos Osorio (que es un gran entrenador) se va hablar de cambiar formas y de un proyecto a largo plazo que busca revolucionar todo, mienten, si el colombiano no saca resultados pronto y pone en riesgo el siguiente negocio federativo llámese como se llame se va a ir, si no trata bien a los golpeadores de las televisoras lo van a reventar hasta que se vaya, si no deja que sus jugadores anuncien de todo también se va a ir. Osorio necesita entender pronto todo lo que le expliqué en esta humilde columna, son cosas que todos sabemos que están mal pero que finalmente por increíble que parezca, nos gustan y de alguna manera al festejar los triunfos como los de ayer estamos aplaudiendo.
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