Ceder no es fácil. Ni cuando discutimos, ni cuando exigimos algo. Ceder muchos lo confundimos con perder cuando en realidad saber ceder cuando se debe es mejorar. El viernes Pako Ayestarán cedió, soltó a su equipo, les permitió jugar como mejor le acomoda a este plantel: con trazos largos, con bloques juntos atrás recuperando el balón y con contragolpes inmediatos, se dejó de elaborar demasiado las jugadas con exceso de toques cortos en medio campo. De ninguna manera estoy diciendo que el esquema y estilo del español sea malo, sin embargo, iba a ser muy difícil ejecutarlo con estos jugadores acostumbrados a otra cosa, con condiciones para ejecutar un futbol no tan elaborado pero efectivo. Santos ganó claramente, debió hacerle seis al tiburón y se siguió viendo bien atrás, sin muchos apuros.
No se le puede negar el derecho a ilusionarse al aficionado santista pero le voy a ser sincero, el partido más importante del semestre lo tienen que jugar y ganar el martes cuando reciban al Saprissa. No hay mañana si no se saca la victoria, el empate no sirve y la gran exhibición del viernes pasado puede olvidarse rápido. Ayestarán y su directiva lo saben, por eso el mismo sábado ya trabajaban para ese importante encuentro, de ganarlo, se estaría en la ronda de eliminación directa de la Copa de Campeones de la CONCACAF que se juega el año que entra. Con esta victoria ahora sí, a buscar ganar los cuatro partidos de liga restantes que pudieran caer en hilera con el gran envión anímico que significaría golear al Veracruz y estar buscando el mundial de clubes en el 2016. La clave de un buen cierre Santos se la juega este martes en la noche.
La importancia de ganarle al Saprissa va más allá de ganar el pase a cuartos de final de Concachampions, quedar eliminado cambiaría muchas cosas en la planeación del equipo para el año que viene, no se armaría el plantel como se tiene pensado para buscar el mundial de clubes, se tendría otra perspectiva totalmente distinta. No hay más, Santos tiene cinco finales por delante y perder una significaría fracasar. Pasó a paso, ganar el martes significa mucho, prohibido no hacerlo.
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