El término “deus ex machina” es un recurso literario utilizado como herramienta narrativa para resolver una historia. El término proviene del teatro antiguo en el que, durante la representación de obras, los actores eran alzados por una grúa (una máquina) si la escena requería que éstos estuvieran suspendidos en el aire a lo alto de un escenario.
Para el formato cinematográfico, el “deus ex machina” se usa dentro de la construcción de historias cuando es necesario crear una resolución durante su parte final. El concepto se refiere a un final poco creíble que no siempre es orgánico o coherente con el resto de la historia.
En una película cualquiera se espera que la lógica interna permita que su desenlace sea creíble, pero si hay casualidades o coincidencias exageradas, entonces se entiende que el recurso para resolver los obstáculos contra los que pelea el protagonista son parte del “deus ex machina”.
Por ejemplo, en El Mago de Oz (EUA, 1939), cuando Dorothy pelea contra la malvada bruja del oeste, para salvar a su amigo el Espantapájaros, que se quema con fuego, avienta un balde de agua que también salpica a la bruja; entonces ella comienza a derretirse y, finalmente, es derrotada. ¿Casualidad, coincidencia extraña o un momento creíble y muy acorde con el mundo fantástico en el que se desenvuelve la historia?
Lo importante para no hacer sentir al espectador que la historia es parte de una serie de coincidencias y que su resolución no es producto de ingeniosos trucos que parecen haber sido sacados del sombrero de un mago, es dar verosimilitud a los elementos que juegan un papel importante dentro del relato. Así, por ejemplo, ¿Si en Jurassic Park (EUA, 1993) el tiranosaurio rex ya ha sido introducido como un depredador amenazante durante la primera parte de la película, su aparición en el momento en el que parece que los protagonistas están a punto de ser comidos por los velocirraptors resulta una coincidencia o embona de manera natural y lógica con el resto de las aventuras que se han vivido durante toda la película?
El “set up - pay off” es parte importante de cualquier relato. El recurso consiste en presentar o plantar un precedente (objeto, idea o concepto) desde el inicio de la historia para que, cuando sea utilizado más tarde, no parezca que ha salido de la nada. En Harry Potter y la Cámara Secreta (EUA-Reino Unido-Alemania, 2002) se menciona desde la primera parte de la película que el Ave Fénix tiene habilidades únicas que lo hacen un animal especial en el reino mágico, el objetivo es que no sorprenda su aparición durante la parte final de la historia cuando sus lágrimas curan las heridas de muerte de Harry provocadas por haber sido mordido por el basilisco.
Este tipo de elementos (o explicaciones) son la clave para no caer en momentos poco creíbles; el objetivo es que las resoluciones concuerden con el desarrollo de la historia, que estén en sincronía como en sintonía, para que el espectador no tenga que preguntarse cómo sucedió algo o por qué.
En The sisterhood of the traveling pants 2 (EUA-Grecia, 2008), tres amigas viajan a Grecia para encontrase con la cuarta de su grupo. ¿Cómo? Utilizando la muchas millas de viajero acumuladas por el padrastro de una de ellas. Tal vez este tipo de solución es demasiado conveniente, pero el “deus ex machina” suele caer en este tipo de recursos, situaciones que parecían no tener forma de resolverse pero que, a pesar de todo, logran salir a favor de los personajes gracias a momentos increíbles que desafían toda lógica y, aunque normalmente se espera que cuando una situación se resuelva de manera justificada, para que no sea producto del azar, a veces los elementos narrativos dejan una apertura a la credibilidad, un salto de fe que la misma historia le pide al espectador para darle la oportunidad de tener opciones en su desarrollo y, en especial, en su resolución.
La clave de todo es que las cosas no salgan de la nada y para lograrlo la historia debe ser coherente consigo misma y con el espectador. No es que no haya coincidencias, es que éstas deben llegar de manera natural, nunca forzadas. Si el azar es un elemento importante en la historia, el azar debe estar presente en más de una ocasión durante el desarrollo del relato; si un personaje resucitará en un momento importante de la película, los milagros, la magia o la fantasía (según el tipo de relato) deben ser parte del universo en el que se desenvuelve la historia.
Esta herramienta narrativa no es ajena a relatos escritos u audiovisuales; su uso es parte de la construcción de historias y elemento recurrente en el cine cuando se busca sorprender, dar un giro final u ocupar soluciones menos ordinarias en los desenlaces, aunque también hay casos en el que llega a ser un último recurso utilizado cuando no se sabe qué hacer con la historia o cómo concluirla. El “deus ex machina” es tanto común como útil, lo importante es utilizarlo a favor de la historia y no como salida fácil en su construcción. Algunos otros ejemplos, a veces utilizados a favor y a veces cayendo en la incredulidad, se encuentran en películas como Donnie Darko (EUA, 2001), Matrix revoluciones (Australia-EUA, 2003), Toy story 3 (EUA, 2010), Crepúsculo: amanecer parte 2 (EUA, 2012) o Guardianes de la Galaxia (EUA-Reino Unido, 2014).