La foto de Pedro Caixinha con los tres trofeos que bajo su dirección técnica ingresaron a las vitrinas santistas, sólo debe ser la portada ideal de lo que deja el portugués tras su salida. De manera repentina la era Caixinha llega a su fin, tras un inicio pésimo de torneo, el portugués comunicó a sus jugadores y directivos su sentimiento de frustración e impotencia para sacarle más jugo al plantel, con apenas cinco fechas jugadas y doce por delante decidió irse de una vez para que otra persona le de la vuelta al asunto, nadie lo esperaba, sus jugadores le pidieron que se quedara, su directiva le encargó pensarlo bien pero la decisión estaba tomada, después de salir expulsado, cuando caminaba hacia el túnel, lo tuvo claro, ya no contaba con la fórmula para seguir aquí ganando y convenciendo.
Pedro Caixinha deja más que tres trofeos en el Santos, deja además una cultura de trabajo y esfuerzo diario, un ejemplo de que siempre será mejor hablar de manera frontal aunque molestes a mucha gente, nos enseñó también que no se puede quedar bien con todos pero que hay que ser fieles con nuestra manera de pensar y actuar, fue campeón de Liga MX cuando las voces más pesadas e influyentes de la TV nacional lo pedían fuera del país, puso a Santos Laguna como tema central en programas deportivos en los que siempre se habla de los mismos equipos. Por sus declaraciones o por sus triunfos, Caixinha nunca pasó desapercibido, sabia que estaba en un equipo con una forma de trabajo y profesionalismo que la prensa nacional ignoraba, Don Pedro valiéndose de todo logró atraer las miradas y hoy Santos como institución ha crecido varios escalones.
Los números son fríos y avalan el trabajo de Caixinha en Santos, en las vitrinas quedará para siempre su legado. Liga, Copa y Campeón de Campeones. 108 juegos dirigidos, 44 triunfos, 34 empates, 30 derrotas, con él Santos anotó 169 goles y recibió 143. Está claro, la gestión más exitosa de un entrenador en la historia del equipo lagunero ha llegado a su fin, con lo anterior los anti Caixinha simplemente se quedan mudos. El próximo técnico tendrá el reto de seguir compitiendo para ganar títulos, no hay pretextos, se va Don Pedro pero la institución y su forma de trabajo se queda, nombres ya suenan de sobra, el elegido será un privilegiado, trasladándolo a la política, será como un presidente municipal que llega a una ciudad donde todo está en orden, las finanzas saneadas, no se debe nada y los que se fueron dejaron todo limpio, óptimo y funcionando.
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