Ninguna época ha sido perfecta y ningún sistema político o de organización lo será; la sociedad es imperfecta por su propio bien, porque el hombre es un ser en constante evolución y cambio, porque no hay una forma de plantear un molde aplicable a toda las personas que habitan la tierra, pero eso no significa que la gente no pueda expresar su opinión en relación a las fallas, deficiencias y carencias que encuentra a su alrededor, al contrario, mientras haya una voz que exprese inconformidad, que pretenda transformar el mundo para mejorarlo, para humanizar las relaciones sociales, habrá libertad, progreso y, en especial, mejora en el bienestar colectivo.
Logan’s run - Fuga en el siglo 23 (EUA, 1976) es una historia futurista, ambientada en el año 2274, tras una crisis apocalíptica de sobre-población y contaminación, resultando en una sociedad que ahora se rige bajo un sistema que ha olvidado los límites y las obligaciones y que, a fin de complacer a sus habitantes, sólo se preocupan por el ocio, dejando todo el trabajo operativo a maquinaria y computadoras, quitando otro tipo de derechos innatos del hombre y, para hacerlo, ha escogido ponerlos en una burbuja de cristal, literal y metafóricamente hablando.
Logan (Michael York) es un Sandman, un policía encargado de terminar (palabra que las personas usan como substituto para no decir matar) a “corredores”, personas que quieren huir de su destino: la renovación. La gente vive dentro de un domo en donde toda actividad está relacionada con el placer, las personas pueden ir de compras ilimitadamente o pueden cambiar de apariencia física con cirugías al instante, pero hay un precio que pagar, nadie puede vivir más de 30 años. Cuando los ciudadanos llegan a esta edad deben participar en una ceremonia denominada Carrusel y, aunque la gente cree que es para revivir, casi resucitar (renovación le llaman ellos), la verdad es que son sacrificados a muerte.
Un día Logan conoce a Jessica (Jenny Agutter), quien carga en su collar el símbolo de Anj (jeroglífico egipcio que significa “vida”; también conocido como la cruz ansada). La joven cree que los “corredores” son gente que quiere vivir y que tienen derecho a seguir haciéndolo, además de estar convencida que la ceremonia Carrusel simplemente da muerte a aquellos con 30 años de edad. El joven protagonista recibe con divertimento e incredulidad estas ideas, pero cuando “termina” a un corredor y encuentra en su bolsillo el mismo símbolo, duda, lo cual lo lleva a investigar; entonces se le asigna la misión de encontrar y destruir el supuesto Santuario a donde, se supone, conduce la llave de la vida; para hacerlo Logan deberá convertirse en un corredor, por lo que el sistema, el gran Pensador, le quita varios años de su vida.
La historia es un conjunto de aventuras en las que Logan y Jessica van descubriendo que el mundo en el que viven no es el ideal que pensaban, por ejemplo cuando encuentran jóvenes abandonados viviendo en un área destruida de la ciudad. Así, cuando el protagonista se encuentra en un ultimátum de vida y con un motivo para huir, para correr, comienza a entender la razón por la que otros también lo hacen: el deseo de buscar algo mejor, algo más.
La base del concepto habla de una sociedad irregular, preocupada más por la diversión que por la responsabilidad y regida por un control extremo, tal como sucede, por cierto, en la sociedad capitalista moderna en donde el consumismo obsesivo se mezcla con sistemas de control burocrático-militar y el espectáculo masivo vía medios de comunicación que mantienen enajenados, trastornados en su personalidad, a millones de personas; pero una vida saturada de satisfacciones y diversión tiene que funcionar en otros niveles, con una cultura distinta, y eso es lo que los ciudadanos no se dan cuenta, que para nacer alguien tiene que morir, que para poder disfrutar de comodidades tienen que existir sacrificios y tales decisiones no las toman ellos, sino que son tomadas por otro, un ser superior ajeno y distante. ¿Quién exactamente? La respuesta en la historia da a entender que es una máquina, un Pensador Supremo, (¿Reminiscencias religiosas?) sin flexibilidad, sin consideración hacia la vida humana, característica que enfatiza la idea de que se trata de una máquina.
Cuando Logan y Jessica logran por fin escapar al mundo exterior se encuentran con un ambiente desolado y en ruinas, confundidos entre querer regresar a su cómoda forma de vida o quedarse en busca del lugar prometido. El Santuario no existe, es una idea, no un lugar, pero la libertad del exterior les obliga a recapacitar sobre las limitaciones de vida en el domo. Fuera, ellos conocen a un anciano (Peter Ustinov) que poco sabe de la vida antes del apocalipsis, pero cuya visión de la realidad, basada en sus experiencias viviendo en el exterior, alienta a Logan a decidir regresar a su ciudad para contar a todos lo que han descubierto. A su regreso nadie les cree, sus palabras sobre un mundo fuera libre no tienen efecto, porque la gente prefiere vivir en un mundo irreal, tapar el sol con un dedo, no desean el cambio, no lo necesitan, no entienden la libertad más allá del contexto de consumismo y placer en que viven.
La idea de libertad causada por la existencia de un mundo mecánico parece tan actual que es interesante que la novela homónima en que se basa la película (en donde la vida llega sólo hasta los 21 años), un libro de ciencia ficción escrito por William F. Nolan y George Clayton Johnson, haya sido publicado hace más de 40 años, en 1967. La historia plantea inquietudes humanas como la muerte, el control natal, la perfección, el papel de la tecnología y los aparatos mecánicos en la rutina diaria, así como las posibilidades de un mundo futuro basado en el desarrollo tecno-científico. Aunque la novela original refleja con más apego preocupaciones propias del contexto en que fue lanzada (1960’s), como la libertad de consumo de drogas o el sexo, o la suposición (aseveración) de que el sentimiento de una vida plena sólo puede darse en la juventud, los temas son preocupaciones constantes en cualquier año, época y sociedad.
Una vez que Logan y Jessica regresan al domo, descubren que la única forma de volver a entrar será nadando a través de los ductos de la presa de agua que da energía a la ciudad. ¿Qué haremos y cómo lo haremos?, pregunta ella. No lo sé, dice él. “Lo di por sentado, como todo lo demás”. La frase es clave en el relato, porque habla de falta de planeación, vivir por inercia, que es lo que la vida fácil, placentera y sin dificultades le ha enseñado a Logan. No cuestiona y no se pregunta, no duda y no investiga porque nunca ha tenido la necesidad de hacerlo; cuando se le presentan problemas elementales los resuelve, lo que indica un grado de inteligencia, pero su capacidad de raciocinio, de pensamiento, de imaginación, han quedado en segundo plano porque nunca se ha planteado realmente luchar por nada, esforzarse por alcanzar algo, no ha cultivado la capacidad de pensar, de ser creativo.
El Anj, el héroe salvador, Adán y Eva (Logan y Jessica) aislados en un jardín prometido o la idea de un Santuario, todos son elementos simbólicos de una promesa de fe, una fe que los impulsa a creer en otra cosa, promesa que sirve como incentivo, como motor y como esperanza, pero es el hombre, con sus acciones, en su percepción del mundo y la conciencia de sí mismo, con su vida en comunidad, quien realmente hace las cosas, quien determina el carácter social de la organización, quien realiza el cambio; porque ni siquiera el mundo delineado de la manera supuestamente más perfecta, realmente lo es.
Dirigida por Michael Anderson y con un guión cinematográfico a cargo de David Zelag Goodman, la película es un vehículo para la reflexión sobre la automatización del ser y el balance necesario entre ocio, entretenimiento, trabajo y responsabilidad, vital para la estabilidad y progreso humano. Si bien la adaptación al cine encuentra diferencias con su material de origen, la novela literaria, como el hecho de que Logan se encuentre, de entrada, en el límite de vida permitido, o que el domo colapse, sorpresivamente, por fallas en el sistema del Pensador, diferencias que además pueden dar más coherencia y naturalidad al relato, la película refleja con éxito el planteamiento y discurso, una historia sobre el deseo por vivir y la inquietud de trascender.
Ficha técnica: Logan's run