La aplastante e indiscutible victoria del viernes pasado contra Monterrey, ha caído a equipo y afición del Santos como chocolate y pan dulce en pleno frente frío. Cierto, sólo se ganó un partido que en puntos vale lo mismo que los otros 16 de este torneo, sin embargo, de ninguna manera fue un partido más, por la presión y por el rival que se tenía enfrente, este triunfo vale oro, puede ser el punto de inflexión que un equipo que no se encontraba necesita, el Santos que vimos el viernes no debe tener problema para meterse a la liguilla y pelear, sin duda, de esta jornada 3 es de lo mejor que hubo.
Yo me rehusaba a dar por muerto al Santos por varias razones, antes que nada por ser apenas el inicio del torneo, además por ser un plantel en plena renovación, otro punto que me hacía seguir pensando que la cosa mejoraría, era el leer hombre a hombre el plantel albiverde, quizá no será la mejor plantilla de futbolistas en La Liga MX pero tampoco era para que jugara como en sus primeros dos encuentros, faltaba concentración y conectar al frente, este viernes hubo todo eso y más, bueno, hasta capacidad de reacción y contundencia.
Todo esto nos deja una realidad muy clara, en el futbol nada se hace de un día para otro, Santos tuvo buena pretemporada pero sólo el partido a partido le iba a dar confianza y coordinación, el lastre de partidos sin ganar del torneo anterior le ponía encima una losa muy pesada a técnico y jugadores que hoy ya se quitaron, hoy Santos enfrentará renovado lo que viene. No será fácil jugar siempre como el pasado viernes pero en la medida que Santos se acerque a ese nivel podrá ganar partidos y sumar para estar dentro de los ocho primeros de la tabla.
En el futbol nada funciona si no le das tiempo, comprobado.
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