Recuerda…
Hoy nos dieron las cuatro y media de la tarde en la sobremesa. Pues cuando mamá habla hay que callar, cuanta sabiduría de esa mujer de antes, a sus ochenta y tres años de edad es una delicia escucharte mamá. Tus hijas te dicen que no te apures, que estamos en el siglo XXI, pero tú, simplemente dices que los VALORES, SON LOS VALORES y esos… nunca pasan de moda.
Hoy nos dieron las cuatro y media de la tarde en la sobremesa. Pues cuando mamá habla hay que callar, cuanta sabiduría de esa mujer de antes, a sus ochenta y tres años de edad es una delicia escucharte mamá.
Tus hijas te dicen que no te apures, que estamos en el siglo XXI, pero tú, simplemente dices que los VALORES, SON LOS VALORES y esos… nunca pasan de moda.
Recordamos a tus amigas de Guadalajara y de Mérida, y la presencia de Dios en las cosas sencillas de la vida.
Hoy me enseñabas mamá, quizás de manera inconsciente de cómo la vida ha sido tan generosa contigo, a través del hombre que el Creador te diera como esposo, de los hijos que formaste tomada de la mano de ese militar a quien primero era su Mariluz.
Me contabas mamá, de tu preocupación por sacar adelante a tus seis hijos, si acaso papá partiera antes que tú. Me contabas de los regalos que Dios te envía y que nada en la vida ocurrió por casualidad.
Me imaginaba en ese largo viaje que ha sido nuestra vida, desde Ensenada hasta Mérida. Cada día que despertaste y encontraste al lado de tu cama, un lindo paquete envuelto con mil detalles coloridos, y que tu abrías incluso antes de lavarte la cara, rasgando la envoltura curiosa por ver lo que hay dentro.
Me contabas, entre risas y caras de sorpresa aquel día en Mérida en que Linda y su hija Lulú, llegaron a las ocho de la mañana de “pasa día” y que tú no tenías ni idea de lo que significaba eso. Que estuvieron en tu casa hasta las diez de la noche en que se despedían, cuando tú estabas pensando que si se quedarían a dormir. Cómo disfruto de cada historia de vida que me compartes mamá. Tal vez hubo allí algo que a ti no te gustó mucho, o que no fue de total provecho, pero que lo mismo disfrutaste con alegría y sabiduría, aprendiendo de las lecciones cotidianas de situaciones aparentemente inútiles.
Sin embargo, cada día tiene su propio paquete, me diecias, y hay que abrirlo corriendo, pues quizás encontraras algo divertido y que seguramente te gustaría.
En la sobremesa de hoy, venía a nuestra charla el recuerdo de alguien distante o incluso de alguien que ya partió al mundo de la eterna felicidad. Recordabas la linda ropa que usabas en los momentos especiales, como en el Colegio del Aire, y los múltiples eventos sociales que ahí se celebraban en compañía de papá. Compartías las múltiples sorpresas al abrir tu paquete diario. El viaje sorpresa a Acapulco, el abrigo que querías para los días fríos y las flores y las joyas que con frecuencia te regalaba papá con cualquier pretexto. Y todo eso que nos ocurre todos los días y que con mucha facilidad nosotros no lo percibimos. Aquello que todos los días está ahí cuando despertamos frente a nosotros, un paquete enviado por DIOS para cada uno de sus hijos, un día completito para aprovecharlo de la mejor forma posible.
En tono solemne y con las facciones propias del énfasis que quieres dar, me comentas: “A veces, los días vinieron llenos de problemas, situaciones que no pudimos resolver: tristezas, decepciones, lagrimas. Pero otras veces, vinieron llenos de sorpresas, alegrías, éxitos, victorias y conquistas”. Haciendo un balance, fueron muchísimos más los días buenos que los malos, que nos sirvieron para madurar y ensanchar nuestras espaldas.
Pero lo más importante, hijo –me decías-; es que todos los días, DIOS envuelve para sus hijos mientras dormimos, con todo su cariño y amor, nuestro regalo: EL SIGUIENTE DÍA!!!
Él acerca a nuestros días detalles coloridos, no importa lo que este por venir. Ese día cuando despertamos, ahí frente a nosotros esta nuevamente su PAQUETE. El regalo de DIOS para nosotros.
Germán, no siempre Él nos manda lo que esperamos o lo que queremos. Pero Él siempre, siempre y siempre nos manda lo mejor, lo que precisamos, que es más de lo que merecemos.
Ten presente hijo, que habrá un regalo todos los días. Y sea de quién sea, agradece primero a quien te lo envió, sin importar lo que venga a dentro del PAQUETE. Sin duda, Él no se engaña ni se equivoca en cada contenido.
Si no llega hoy el PAQUETE que esperabas, espera. Ábrelo mañana con más cariño, pues en cualquier momento, los sueños y planes de DIOS llegaran para ti, envuelto en un PAQUETE.
Ten presente hijo, que DIOS no atiende nuestras voluntades, y sí nuestras necesidades. DA GRACIAS POR ELLO!!!
Yo tu madre, siempre y desde donde este, te envió un paquete con bendiciones para que sientas “LA PRESENCIA DE DIOS”, y deseo que tu PAQUETE traiga mucha paz, lecciones aprendidas de la mano de DIOS y esclarecimiento sobre lo mucho que todavía tienes que aprender con Él y por Él.
Tu madre “MARUCA”.
Muchas felicidades a todas las madres del mundo!!! Y especialmente doy gracias a Dios por ti mamá, que nos has dado todos estos años lo mejor de ti!!!
Dios te bendice y te acoge!!!
Despertar…es.
¿Y usted qué opina?
“Se feliz, porque la piedra nunca es tan grande, porque las injusticias acaban pagándose, porque el dolor se supera, porque la verdad… insiste, porque el coraje te levanta, porque el miedo te fortalece, porque los errores te enseñan y porque nadie es perfecto.
La vida da una segunda oportunidad para todo y pone a cada uno donde debe estar”.
(Le comparto este tema: "Señora Señora"- Denise de Kalafe”. Haga clic en la dirección de abajo:
https://www.youtube.com/watch?v=p3tTVHYg5eQ
Si aún no ha leído el artículo “Ingredientes para una relación perfecta!!!” se lo recomiendo en:
http://blogsiglo.com/archivo/212.ingredientes-para-una-relacion-perfecta.html
Fragmento de “El Mensaje del Señor para ti…
“Siénteme cuando sostienes con firmeza la mano de un anciano. Búscame en todas partes. Alberga pensamientos elevados y me encontraras. Acepta mi reino y estarás en paz. Acepta mi promesa... 10 Despertar…es.
Twitter@Germandelacruzc
"Despertar...es"
Un encuentro contigo mismo
Un libro que una vez
que inicias, no podrás dejar de leer.
“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”
Germán de la Cruz Carrizales
Torreón, Coahuila. México
MMXV