YO TAMBIÉN VOY A ADIVINAR

La sentencia maldita que muchos aficionados han comprado sobre un hipotético descenso del Santos Laguna en el año 2017 no deja de causarme risa. Con una gran seguridad los creyentes de ese hecho que no deja de ser una predicción, te hablan de tendencias matemáticas como si el futbol fuera una ciencia exacta o el Santos fuera una fábrica de lápices que se surte de madera en una zona en donde se está acabando la madera, su materia prima. El desánimo por este pésimo torneo sumado a los eternos inconformes con esta directiva, han empujado esta teoría que se parece a aquella predicción maya que rezaba que en diciembre del 2012 se acabarían nuestros días.

Es entendible que el aficionado esté profundamente molesto y preocupado por el futuro de su equipo, sería anormal que no lo estara, sin embargo, irse hasta el precipicio del descenso que es en dos años me parece lo menos, una exageración, este torneo va a ser malo y las razones están muy claras, se cambió de técnico y el proceso nuevo se llevará estos meses que restan del año para tomar forma, ¿por qué no pensar que la cosa va a mejorar? ¿por qué no pensar que llegarán jugadores que el técnico pida y este equipo vuelva a ganar regularmente? Sé que estas preguntas son a futuro y asegurar que se harán realidad es también un acto de predicción pero prefiero predecir cosas buenas que tragedias, sobre todo cuando la historia reciente de Santos Laguna nos muestra a un equipo que casi siempre pelea arriba de la tabla y no abajo.

Este cierre de torneo y sobre todo en la pausa de diciembre la directiva santista debe dar muestras de que quiere armar un proyecto importante con Pako Ayestarán para darle certidumbre a la afición que ha hecho grandes entradas a pesar de este mal torneo, se necesitan por lo menos dos refuerzos de peso, que ilusionen y que tengan más posibilidades de triunfar que de fracasar, debe llegar un nueve matón y un lateral de garantía, ya hechos, no proyectos a futuro, la gente que trabaja en el club para próximos fichajes los tiene localizados, hay que ir por ellos, este momento lo demanda. A las figuras que se tienen hay que mantenerlas aquí por lo menos seis meses más y a los jugadores que no se adapten a este nuevo sistema se les debe dar salida, también deben irse los que por la razón que sea han sido ineficientes, ni modo, rendimiento manda.

Sinceramente si me piden adivinar le apuesto más a volver a ver un Santos ganador que a un equipo con problemas de descenso, lo digo en serio, si se trata de predecir yo le apuesto a lo opuesto de "los mayas".

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