Ayer Santos empató de manera increíble ante Puebla, cuando veo futbol suelo contar las llegadas claras de gol de cada equipo, en ese conteo Santos ganó 11 a 1. No es nada nuevo que la contundencia falle en Santos, por tercer torneo consecutivo se habla de lo mismo y de manera inentendible los delanteros del equipo son los mismos, salvo Martín Bravo que juega poco y Ulises Dávila que llega de atrás lo demás es la misma película, quizá con destellos intermitentes de frescura que da Luis Ángel Mendoza, pero bueno, ya no se pueden hacer incorporaciones y con los jugadores que hay se va a tener que encarar lo que queda del semestre. Ante la decepción generalizada de ayer, ¿se puede rescatar algo? Yo creo que sí y no pocas cosas.
Vamos al partido, Santos inició, a diferencia de como lo venía haciendo las últimas jornadas, teniendo el balón, sin embargo, otra vez con una inoperancia terrible, nuevamente elaborando las jugadas desde muy atrás, toques y más toques y nada, después una imprudencia de Aldrete provoca el penal que convierte Alustiza (único disparo al arco de Puebla) y la desgracia se empezaba a asomar, llega la expulsión de Paco Torres y todo cambia. La explicación simple es que por quedarse con diez el Puebla se echó atrás y Santos simplemente por adelantar líneas empezó a crear opciones de gol por montones, no creo que sea tan sencillo como eso. Puebla es un equipo que si algo tiene es orden y lo pierde aparte de por la expulsión por lo que empieza a hacer bien Santos en cancha rival, apretando, robando la bola, abriendo la cancha, agrediendo de inmediato, cuántas veces no hemos visto equipos que se quedan con 10 y se acomodan bien atrás y todo termina siendo un partido aburrido y para el olvido, no fue el caso de este sábado, Santos aprovecha las ventajas de tener un hombre de más y no ganó por goleada porque no hubo quien la empujara a las redes aparte de Ulises Dávila.
Cabezazos, disparos de dentro y fuera del área, centros, diagonales retrasadas, córners, en fin... Todo un bufete de ataque tuvo el Santos y sólo pudo convertir un gol. Aquí viene lo interesante, aparte de que a Luis Zubeldía estoy seguro que ya nadie le saca de la cabeza traer un nueve en verano, también el técnico debe darse cuenta que tiene un equipo para atacar, Santos debe proponer y atacar siempre, contra once contra diez o contra doce, este equipo no está para ser precavido, ya que si sólo genera dos o tres por partido la estadística te dice que muy probablemente no las van a anotar, el sábado las circunstancias le regalaron al técnico argentino la posibilidad de ver ante sus ojos que si a su equipo lo lanza al frente por lo menos chances no van a faltar, ya lo constató, si Santos vuelve a lo mismo va a ser muy complicado entender la razón.
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