No sean ca...nijos, veo muchos comentarios de quien se encabrona enoja/ofende por obstruir vialidades o porque son gente huevona que no quiere perder lo que ya tiene; es absurdo dado que quien protesta en Torreón, es gente que ya ha sido evaluada (y que han continuado con su trabajo).
Cierto es también que muchos se cuelgan de eso para hacer sus desmanes y protestar que los corrieron cuando, por lo menos en esta ciudad, se tienen los recursos para poder haber aprobado. Con esto me refiero a que no es una ciudad marginada que no tenga acceso a internet o a documentarse para poder pasar un examen. Esa sí, discúlpenme, es gente huevona.
Sin embargo, el contexto de la reforma educativa es diferente y desigual.
En una conversación con mi amigo @ToRo me hizo ver que no es lo mismo estar en Torreón y ser evaluados, a hacer lo mismo en comunidades rurales abandonadas de los recursos del gobierno e incluso de la comunicación digital a la que la mayoría tenemos acceso para poder ser aptos.
En esos pueblos, quien se dedica a educar, lo hace o bien porque en verdad siente vocación, o porque lo mandaron a esa plaza lejos cuando tuvo buenos resultados pero no tenía para pagar una plaza en su ciudad.
Vamos, que la reforma educativa es buena, debemos de exigir una educación de calidad y la única manera de hacerlo, es tener maestros preparados y no obsoletos. Pero no aplica al gremio en general.
Hay comunidades en las que si tienen luz, bien les va. Si tienen acceso a una llamada telefónica después de recorrer kilómetros para tener señal, pueden decir que están en la gloria. Donde en una casa tienen internet vía modem telefónico para todo el pueblo. Y eso, en el mejor de los casos.
Entonces, ¿cómo poder medir con la misma vara a quien tiene acceso a la información de manera gratuita y al instante, con los que, en el mejor de los casos, tienen las prestaciones del párrafo anterior? ¿Y con los que no tienen nada de eso? ¿Con los que duermen en un catre en una comunidad alejada de la mano de Dios?
No confundamos, amigos; en este mundo hay huevones y gente que ama su trabajo, pero que no se le dan las herramientas necesarias y, sin embargo, hacen lo mejor que pueden para poder dar una educación, según sus posibilidades, de calidad.
En resumen, por favor vean la situación en Oaxaca, documéntense y entonces opinen. Fuera a los maestros que no saben enseñar, a los que no tienen vocación, a los que son maestros porque sus padres así lo eran y tenían una plaza asegurada (no todos, ya que conozco a varios a los que realmente les gusta su trabajo).
Este rollo no es normal. Esa guerra no es natural. Es raro ver a gente despotricando contra maestros, cuando quien te oprime es otra instancia y ni de bronca la haces. Resiste desde donde estás con las acciones que debas. Se correcto, educa bien a tus hijos, ¡hazte cargo de ellos y no le eches la culpa de la mala educación a un maestro!
El cambio empieza en casa. Los valores se dan en casa. Una buena persona se forma en casa. La educación de calidad es un derecho de todos y hay que defenderla, pero hay que ser coherentes.