Octavio Paz escribió respecto al movimiento estudiantil de 1968: “Todavía están en la cárcel 200 estudiantes, varios profesores universitarios y José Revueltas, uno de los mejores escritores de mi generación y uno de los hombres más puros de México” y se le olvido escribir, orgullosamente Duranguense.
Me dedique a desempolvar la memoria para recordar a José Revueltas (1914-1976). El apasionado de su razón, tan intenso como su escritura y tan auténtico como la tierra que lo vio nacer. Creyente de sus letras donde derramó sus vivencias. Amante de su retórica. No hay escrito suyo que no haya pasado por su conciencia social.
Pensarán, por qué dedicar el blog a este autor, por la misma razón que he dedicado mis letras a concientizar sobre la inseguridad, la historia del chiste político, social que es México ahora y siempre. Y, como dicen que leer le quita al pueblo lo pendejo, uno de los escritores que debemos leer es él. Sigan leyendo y se darán cuenta el porque.
Este gran escritor fue guionista, activista social, político. Sus ideas marxistas eran conocidas alabadas y criticadas hasta por sus mismos partidarios.
Me di a la tarea de recorrer las librerías buscando sus libros. Acabe encontrándolo en un estante de la biblioteca pública. El libro Dormir en tierra (1961)colección de cuentos. Llegué hasta este relato, “el lenguaje de nadie”y es en esta narración donde nos empaparemos de la literatura revueltiana.
Debo de admitir que elegí de todos los cuentos el lenguaje de nadie por el personaje principal, Carmelo que en sus propias palabras se describe “tan pobre, él más pobre de todos los pobres de que se pudiera hablar”. Me enamoré de este desgraciado personaje, desgraciado por la tierra donde lo parieron, desgraciado por su viudez, desgraciado por el destino y sobre todo desgraciado por no disponer de palabras para darse a entender según él narrador: “Por qué sus palabras eran otra cosa y siempre serían entendidas en un sentido opuesto en virtud de quién sabe qué extraña y desgraciada maldición”.
En el lenguaje de nadie José Revueltas nos revela el microcosmos del pueblo de México, de ahí mi interés de que conozcan en especial este cuento porque es un fragmento de nuestro país, una región que podría estar en cualquier parte.
En el cuento la tierra la posee en su totalidad una sola persona, el eterno cacique que esta tatuado en la historia de México, representado por doña Aquilina. Desde las primeras letras se lee la desaprobación social del autor, dibuja un trozo del país y lo deposita en la conciencia de sus lectores.
La historia comienza con dos muertes que abren el dique a la tragedia del relato. Muere el Gurrión, el perro de Carmelo llamado así por su pelambre amarillento igual que el color de los gorriones. Se puso duro sin antes tener horribles estremecimientos y echar líquido por el hocico. Prudenciana esposa de Carmelo tuvo el mismo destino, nadie en la hacienda le dio la menor importancia, por eso no percibieron el manto de él tifo que cubría la tierra. Este es un punto importante, donde la posición social de los personajes da pie a la indiferencia de los lugareños, no es así todavía y no es pregunta, es afirmación. Una crítica social flota desde estos primeros acontecimientos remarcados sutilmente por Revueltas.
En el relato a pesar de la muerte de los únicos seres en la tierra que querían a Carmelo, él decide terquear como cada año con doña Aquilina y pedirle el pedazo de tierra despreciable y ruin que sacaba a flote la malicia de la avara anciana. Cuando Carmelo le insiste que le dé el pobre trozo de tierra, la encantadora señora le responde:
“-¡A ver, a ver! -exclamó doña Aquilina con el aire astuto-. ¿Cómo está eso que quieres esas tierras que pintan tan espantosas? ¿Cuándo se ha visto que alguien prefiera lo malo a lo bueno? Algo de mucho valor debe haber ahí, que tú sólo sabes, y que me tratas de ocultar.
-Es que para mí es güeno hasta lo más pior, doña Quilina -dijo entonces con una desesperación ansiosa, seguro de antemano que tampoco estas palabras estaban dichas de modo que la anciana las comprendiera, a pesar del angustioso esfuerzo que su mente hacía para construirlas como debe ser-. Cuando uno esta tan abajísimo que mero ya no es uno cristiano, sino como los animales, y ni eso, le parece güeno hasta lo más pior.”
En este diálogo José Revueltas evidencia la diferencia de clases y el trato que da la sociedad a los más humildes. Vemos por un lado Doña Aquilina mujer de sesenta años erguida por el orgullo de poseer la tierra y los seres que hereda la tierra, generación en generación, nacen hombres para servirle y mueren sirviéndole (gobierno). Al extremo, la pobreza representada por un hueso protegido por su propio cuero, el jornalero, el obrero, el mendigo cubierto con su miseria, envestida en el desgraciado Carmelo (pueblo). El poderoso escupe su incredulidad y revisa con malicia cada una de las palabras, tratando de descubrir el engaño. Es el diálogo universal entre la riqueza y la pobreza, que obvian no hablar el mismo idioma, la hacendada habla la lengua de la gente de razón, enfundada en la educación capitalista, el pobre, el campesino, criado generacionalmente con la erosión en las tripas , habla, el lenguaje de nadie. Los nadies que han caminado por esta tierra durante siete siglos, los nadies que no existen, Eduardo Galeano en su prosa los menciona;
“…Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.”
Continuará…
Si quieren saber el final de esta historia, tienen tres opciones: conseguir el libro, buscarlo en google, o esperar el próximo viernes a leerlo en mi blog :D
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