Flashazos

A centímetros de eliminar a Pachuca en cuartos de final, se termina el torneo. Llegan refuerzos, ilusiona la pretemporada, ésta es la temporada de Zubeldía, si con prisas y jugando feo hizo 27 puntos, ¡ahora agárrense! Empiezan las lesiones, no llega el lateral que pide el técnico, se va el Pulpo ¡¿cómo?! Se va Abella a los Olímpicos, entra un villano a la historia: Boca Juniors, Marche muerde el anzuelo, Marche se equivoca, Marche ya no es Marche. De Buen se cansa y se acalambra, ¿dónde estás Pulpo? Fecha 4 y apenas se tienen dos puntos, un desastre, ¿se va Marche? No, se queda y hasta juega de delantero, ¿pues no que estaban en posición de confirmar? No, simplemente siguen con su posición de reventar. Veracruz te golea en Copa, Chivas te gana, se va Zubeldía. Llega Chepo, se asusta con lo que encuentra, no ve malos ni buenos jugadores, lo que ve es peor: están físicamente mal trabajados, a empezar de cero. Se le gana a León, se sigue probando defensas, se lesiona Araujo, se lesiona Cabecita, no se pueden repetir alineaciones. Hinestroza tira todo en Querétaro menos su celular para seguir siendo estrella de Instagram, Rabello inexplicablemente sigue jugando, se pierde con Tijuana, te empata Atlas en el último minuto, Ulises Rivas paga su derecho de piso. Se juegan en el Azteca contra el América treinta minutos de equipo chico, la pesadilla no termina. Chepo no tira la toalla, le gana a Jaguares y parece que apenas encuentra su cuadro titular, encontró su enganche en Ulises Dávila. Cierras en Toluca ganando merecidamente, demasiado tarde. La pesadilla terminó, la porcentual no fue lo que deseaban los alarmistas reventadores pagados. Fallaron muchos, casi todos, menos la afición. Hoy más que nunca la directiva tiene la responsabilidad de ajustar y aplicar un plan de emergencia, el vicepresidente José Riestra está dando la cara, acepta el fracaso y se compromete a mejorar. Clausura 2017 será un torneo clave en la historia del Santos Laguna. Nos vemos en enero.

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