“Hace mucho tiempo en un país cercano existían tres pueblitos que crecieron juntos. Entre dos de ellos había una angosta y bella callecita. Entre el otro pueblecillo había un río cantarín y debían cruzar un puente mágico para adentrarse a ese poblado”. Lo sé, se lee ridículo pero es una forma viable de explicar a quienes no viven en la Comarca Lagunera. Podríamos utilizar este documento para darles a entender al país y al mundo como convivimos.
Levante la mano quién ha explicado una y otra vez, qué vive en una ciudad a tiro de escopeta de otras dos. Cuántas veces han tenido que explicar, qué donde dos estados se juntan hay tres ciudades empaladas. Dos por el lado de Durango (Lerdo y Gómez Palacio) y una por el estado de Coahuila (Torreón). Y en este caso nos divide una frontera natural entre los dos estados, el lecho seco de un río. Aquí debo comentar una anécdota, un amigo vino de visita y me pidió que lo dejara bajar del carro para cruzar a pie el puente plateado. Quería pararse a la mitad del puente y colocarse entre dos estados. Si, pensé lo mismo que ustedes pero nosotros vivimos aquí y se nos hace normal.
Tenemos varios puntos que explicar de nuestra poco común relación demográfica. Somos una mega ciudad, una trípoli única en el país. Entre las tres ciudades somos 1’171,173 habitantes que viven, conviven y padecen lo mismo, en todos los ámbitos, económico, seguridad, educación, desempleo, desabasto,etcétera.
Nuestros hijos pueden decidir estudiar entre 59 universidades públicas y privadas de la zona metropolitana de la Laguna, según la ANVIES. Hay varias zonas industriales con más de cinco mil empresas nacionales e internacionales
Vivimos en una ciudad trabajamos en otra. El bulevar Miguel Alemán es una arteria que conecta las tres ciudades en línea recta. Por ahí han fluido las carretas, tranvías, carros, camiones durante más de cien años.
También tenemos un amor en cada ciudad, ah, no verdad, me confundí.
Las tolvaneras nos desgreñan parejo a todos, que el calor nos cuece vivos a todos. A Lerdo por ser Ciudad Jardín es más fresco pero es más frío en invierno.
Compartimos los más bellos atardeceres, un cielo azul esquivo de nubes y el agua del río Nazas.
Cuando vamos a vivir a otra ciudad nos falta espacio en la maleta para llevarnos las gorditas, los lonches de carnitas, de adobada, de milanesa. La carneasada,con chilacas, salchichas, quesadillas y una salsa queeche lumbre. El menudo, la reliquia, los tamales, los tacos de carnitas, adobada, suadero, tripa, barbacoa. La nieve de Chepo. Si viajamos a un lugar frío, nos entra la nostalgia por el calorcito de nuestro terruño.
Somos alegres. Buscamos cualquier pretexto para pachangear. No importa si es una quinta en Lerdo, el río o la presa. No podríamos vivir sin los amigos, las carnes asadas y una guitarra.
“Tenemos tres ciudades dos estados con un solo corazón” como dice el himno del Santos. Compartimos tres equipos profesionales; fútbol Santos Laguna, béisbol Los Vaqueros Laguna, básquetbol Los algodoneros de Torreón. La afición está formada por hinchas de las tres ciudades.
Compartimos un cómodo aeropuerto. Tengo una anécdota muy hilarante sobre lo poco que en el país saben de nuestra condición geográfica. Un amigo de Cancún contrató a un expositor para dar una conferencia en Gómez Palacio. Lo alojó en el centro de está ciudad pero el docente prefirió cambiarse a Torreón frente al Parque España. Mi amigo reservó su boleto camión de regresó a Durango y ahí tomar el avión para el DF. Debo aclarar que el conferenciata llegó de Durango en camión viniendo del DF en avión. El expositor le hablo muy molesto pensando que se había burlado de el. Había pedido avión de ida y vuelta. Mi amigo le dijo que no había aeropuerto en Gómez Palacio y que lo había verificado. El expositor le contestó que en Torreón sí y que era un estúpido. Incrédulo le contesto que no era posible. Y el expositor le dijo que estaba viendo el aeropuerto por la ventana del hotel. Aún así los viáticos habían sido gastados y el expositor tuvo que trasbordar en la capital Duranguense. Yo creo que todos tenemos algunos relatos de este tipo.
Pero saben que no compartimos, nuestras capitales. Los que no viven en la Laguna no saben que tanto nos afectan las decisionesforáneas. Por ejemplo no tenemos el mismo horario de venta de alcohol. ¿Quién no ha tenido que cruzarse el puente para comprar las caguamas? si usted, no se haga. Es un fastidio teniendo expendios en cada esquina. Una ley elaborada en Saltillo para todo Coahuila, no toman en cuenta nuestro acercamiento pedográfico,
Con las tenencias ya pensamos que la capital Coahuilense nos odia. Pero nos los pasamos por alto, al plaquear en las ciudades vecinas. Ya parecemos todos de Durango. Es secreto.
Otro punto serían los certificados de estudio que se elaboran en las capitales y tenemos burocracia a larga distancia.
Sinceramente nos alegramos de no estar solos. No concebiríamos existir si faltara alguna de nuestras ciudades hermanas. Tenemos recuerdos en cada una de ellas. Y a pesar de todo, estamos orgullosos de pertenecer a esta tierra brava, cálida y terrosa pero nuestra…nuestra Comarca Lagunera.
“Esa es la historia de tres lindas ciudades separadas por unas división estatal imaginaria. Pero que a ellas les valía madres e hicieron su propio estado y así no tendrían que explicar por milésima vez todo esto. Así, sí vivieron felices por siempre”.
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Ahora sí, FIN.