Mujer es

   El viernes 21 de Octubre acompañé a mi madre al Centro Cultural Francisco Zarco de Gómez Palacio a la presentación del libro “La mujer en los movimientos armados en México” escrito por el Licenciado Jesús Sotomayor Garza.

   La presentación corrió a cargo de la Licenciada Estrella Atilano quien con su particular oratoria estremeció a los hombres y mujeres que nos encontrábamos en el recinto, “No diría que estoy de acuerdo con la equidad de género” dijo “lo que quisiera es equidad en las oportunidades”.

   Muchas de las presentes, entre ellas mi madre, asentían en silencio, entendiendo por oportunidades principalmente, ser vistas como debieran ser vistos también los hombres, no reconocibles por su condición biológica, sino por sus capacidades y competencias, con posibilidades de acceder a cualquier posición en cualquier empresa o en cualquier gobierno, un sueño ciertamente, no es malo soñar, el futuro deseado se genera casi siempre soñándolo, “I have a dream” dijo Martin Luther King en el 63 y aunque se siguen persiguiendo afroamericanos por su color, no podemos negar los avances en el tema de la segregación racial con los vecinos del norte.

   En la charla, el autor comenta su pretensión de sacar del anonimato a la mujer mexicana en el contexto de los episodios bélicos que ha sufrido nuestro México desde todos los tiempos, quitarle su halo de invisibilidad, sacarla del olvido, podremos llorar, maldecir si acaso, pero no olvidar diría el maestro Benedetti.

   El libro menciona a muchas mujeres que participaron de manera activa en conflictos bélicos, era de esperarse, esas mujeres, independientemente de la guerra en turno, eran personas que también se daban cuenta de las realidades, también las sufrían, no es extraño que también participaran. Al señalarlas como personas y quitar el estigma del género y agruparlas con el resto de la población, al llamarlas simplemente personas su participación nos suena más natural.

   Mientras el maestro Sotomayor detallaba pasajes de su libro, mencionó a algunas laguneras, Soledad González y Petra Herrera oriundas de San Pedro de las Colonias, María del Refugio Navarro de Parras de la Fuente y Hermila Galindo Acosta de Lerdo Durango, todas ellas apoyando los movimientos o los cambios de pensamiento.

   Seguramente hay muchas otras mujeres que estuvieron presentes y que no están registradas en algún texto,  “me ha estremecido mujeres que la historia anoto entre laureles y otras desconocidas gigantes que no hay libro que las aguante” escribió el maestro Silvio Rodríguez.

   A 500, 200 o 100 años de distancia habremos de preguntarnos si los esfuerzos realizados por esas mujeres han valido la pena, ¿ha sido suficiente para posicionar al género donde le corresponde estar?, ¿El trabajo ha terminado?

   En un censo realizado en seis instituciones de educación superior de la comarca preguntamos cuantas mujeres estaban estudiando ciertas ingenierías, el resultado, 16% de una población de casi 4000 jóvenes.

   Ciertamente la apertura en la matrícula está abierta para cualquier persona, sin embargo, solo el 16 % de las mujeres se interesa por estudiar estas carreras, es decir, carreras que son para varones, al menos eso es lo que el imaginario colectivo nos dice con ese 16%.

   Los paradigmas de género en nuestra comarca, en nuestro México se siguen alimentando desde el interior de la familia, el ejemplo de las futuras ingenieras es solo eso, un ejemplo.