“Si salgo, llego; si llego, entro; si entro, triunfo". Esta frase optimista la dijo el hombre por quién estamos reunidos, y se refería que para ser revolucionario, no se puede ser pesimista
Esto podría parecer un homenaje o un recuento, pero es imposible pasar la hoja sin detenerse a pensar en el niño, el joven, el dictador, después de todo la historia le ha otorgado varios capítulos en sus páginas, y puede considerarse uno de los personajes más espinosos y complejo de ella, ya que fue: el estudioso, el abogado, el doctor en derecho civil y licenciado en derecho diplomático; fue, primer ministro, presidente, comandante en jefe de las fuerzas armadas, primer secretario del partido comunista; fue, el militar, el estadista, el escritor, el político, y sobre todo, el revolucionario.
Pero quiero empezar con el niño, el cubanito Fidel Alejandro Castro Ruz, que miraba el horizonte de su país contraído por la historia, vejado por una colonización de siglos, y apunto, de caer en una nueva colonización, la de un imperialismo disfrazado de capitalismo amigable, ese que todos los mexicanos conocemos disfrutamos y padecemos. El pequeño Fidel desarrolló una inteligencia hiperactiva que le indicó el camino directo a su vocación, algunos dirán, las leyes, pero en verdad fue la revolución.
Hablar del joven Fidel Castro sería recordar a un agitador que no deseaba vivir en la suela de nadie ¿a quién le gusta vivir en una suela? Esto lo lleva a tatuar en su ideología la frase “hechos, no palabras”, y atacar al gobierno Cubano de Baptista.
Encarcelado a los 29 años y tal vez presintiendo su futuro lleno de gloria y criticas escribió su alegato de defensa y lo nombró la historia me absolverá, el cuál duraba cuatro horas, donde resumió los seis problemas fundamentales de Cuba y de toda latinoamerica ahora y siempre: El problema de la tierra, el problema de la industrialización, el problema de la vivienda, el problema del desempleo, el problema de la educación y el problema de la salud. En un fragmento de este discurso Fidel Castro dice: “ Si he tenido que asumir mi propia defensa ante este tribunal se debe a dos motivos. Uno: porque prácticamente se me privó de ella por completo; otro: porque sólo quien haya sido herido tan hondo, y haya visto tan desamparada la patria y envilecida la justicia, puede hablar en una ocasión como ésta con palabras que sean sangre del corazón y entrañas de la verdad.” Este extraordinario recurso no lo exento a ser condena a 15 años de prisión.
Posteriormente, el joven Castro fue desterrado de su Cuba y dejo que este discurso se metiera en su piel y la revolución hirviera en su sangre.
Seis años después de este discurso llegaría el revolucionario enarbolando la bandera Cubana como primer ministro, y lo llevaría a desmantelar y cambiar cada uno de los puntos pronunciados en la historia me absolverá.
Borró una historia pre escrita por los países poderosos. Nacionalizó esa tierra, su tierra Cuba y se las entregó a los verdaderos dueños, los cubanos, y lo haría como ustedes saben a pesar de todo. Cobijó a las ideas Marxistas y los ideales de José Martí. El comunismo han vivido casi sesenta años en cada ciudad, en su playas, en sus calles y callejones.
Durante 55 años aceptó un embargo económico de la primera potencia del mundo.
Durante 55 años tuvo 637 atentados frustrados
Durante 55 años lidereo cuatro generaciones de cubanos.
Durante 55 años dirigió el único país latinoamericano comunista y el último, a pesar del repudio mundial y la presión de los cubanos exiliados.
El presidir los destinos de un país por más de cuatro décadas, se ha considerado uno de sus mayores errores sin duda
Sus opositores le escupieron la palabra dictador, sus partidarios le agradecieron que expresara la voluntad del pueblo cubano y que les diera lo que les falta a los pueblos latinos, dignidad.
Al comandante se le deben cientos de avances médicos, ya que la optimización en el desarrollo del sector salud tiene a Cuba en la cúspide. Puso ante los ojos del mundo un modelo educacional casi inigualable y demás envidiable.
A las 22:29 hora local del viernes 25 de noviembre del 2016, el mundo se detuvo. Murió el personaje icónico del siglo xx, murió el idealista que ni por un segundo respiro el aire del imperialismo, murió el dictador odiado por muchos, murió el guerrillero, murió el revolucionario y¿ murió la revolución con él? Espero que no, ya que la revolución debe vivir en cada uno de nosotros, los idealistas.
La pregunta es: ¿la historia absolverá a Fidel Castro?, no importa, la revolución ya lo hizo.
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