Sin margen de error

Cuando estás mal y de malas, cuando no hay ni suerte, cuando no hay confianza, no puedes fallar. En todos los partidos Santos ha fallado en algo y en casi todos le ha costado perder o no ganar. Ayer en Aguascalientes de nada sirvió la mejora que hubo en la ofensiva porque se fallaron goles claros, esto lamentablemente se unió a una manera de defenderse errática, los dos goles de los Rayos son la verdad de risa. En el primero es increíble que un defensa rival que se suma al ataque llegue solo y nadie lo marque, en el segundo la precipitación del Capitán Izquierdoz es inexplicable, ¿Qué vio para buscar anticipar y dejar una avenida por el centro? Errores que cuestan partidos, puntos que se van y que aunque duela en la afición santista han sentenciado un campeonato de pesadilla.

La cosa no pinta bien. Un equipo sin una defensa sólida y sin un ataque contundente no aspira a nada. Néstor Araujo ha sido sometido a una cirugía menor de rodilla que lo alejará por lo menos un mes de las canchas, se le va a extrañar horrores. Antes de la victoria ante León les escribía que Santos debería buscar ganar 5 partidos y empatar algunos de los que no gane no para buscar la liguilla sino para un torneo de 20 puntos que no te meta en la discusión de la porcentual el torneo que viene. Se le ganó al León y se perdió contra Necaxa, quedan 4 victorias para conseguir en 9 partidos restantes. Santos deberá sacar la casta para llegar a esos 20 puntos, ya hay muy poco margen de error.

Chepo poco a poco irá depurando su cuadro titular, eso espero, Rabello no juega a nada, Villafaña hace más daño que bien. Sé que en momentos de crisis meter a un joven es un doble riesgo pero yo ya no le veo de otra, tan pocas opciones hay que la buena a secas actuación de Mauricio Cuero lo ha convertido en una esperanza para lo que viene. Aún con todo lo malo que le he apuntado en esta columna, sigo pensando que ganar cuatro partidos más es posible. La concentración debe estar al máximo, fijar el objetivo claro, nada de descenso para no presionarse pero tampoco nada de liguilla que haga perder aún más la brújula. El discurso aunque parezca trillado debe de ser que quedan nueve finales con 27 puntos de los que se necesitan 15. Cualquier exageración en el discurso va a distraer aún más a este plantel limitado y muy golpeado. Ahora más que nunca a apostarle al espíritu guerrero, no hay más.

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