“La finalidad del escritor es mover las tripas del lector”, eso pienso. Y no es que tenga la presunción de ser parte de ese gremio. Pero, si una característica de serlo es producir tinta onírica, y crear realidades paralelas, tal vez algún día podría aspirar a formar parte de él.
Pensar, y empezar tener un blog, fue con el interés “ego maniaco” de que consuman mis letras ¿o, no es lo que buscan todos?
Al momento que me preguntan en el Siglo de Torreón, los temas que manejaría en el blog, y el nombre que le pondría, era lógico, letras, letras vagabundas. No he podido engañarlos, el móvil del blog, es la literatura. En todas las formas, como lo han constatado quiénes me han leído desde el primer día.
Lo confieso soy adicta a ella; todo empieza con una lectura insaciable, tu mente no descansa después de consumir tanta tinta. La única forma de eliminar el exceso es, escribiendo. Ya lo saben, ya hice el primer paso, lo acepte. Segundo paso, disculparme por compartirla con ustedes. Los dejaré con una probada, si les gusta, sigan consumiéndola.
Microrelato
Mujer de Luna
La abuela murió. Vino anoche la muerte y se la llevó. Me despertó su último suspiro, no supe que lo era, hasta que vi a la muerte al pie de su cama. Era una mujer destellante como la luna, su cabello eran hilos de luz que caían sobre su espalda. Quise hablarle pero me hizo una señal de silencio, entendí que no quería despertar a la abuela del sueño eterno. Mi Tita se incorporó, abrazó a la muerte como si fuera un grato encuentro. Las seguí hasta la puerta pero un nudo de abandono subía por mi garganta. “Abuelita llévame contigo, no me dejes”. Detuvo sus pasos, me miró como siempre que quería un capricho, mis lágrimas ya no se detuvieron, pasó su mano sobre mi rostro como un reflejo de la vida que abandonaba. Comprendí que no era mi momento, no había escrito mi destino y como decía ella,"la muerte es cumplida pero no puntual".
Traspasaron la puerta. La luna llena derramaba su luz en el jardín y fue en esos gajos de resplandor que desaparecieron. Me quede acompañando a la luna un largo rato, hasta que la brisa invernal me recordó que yo seguía viva.
Regresé a la habitación a cubrir con una sábana lo único que me quedaba en esta vida. La calentura empezó entre cirios y el novenario, y no se desprendió de mi pequeño cuerpo hasta mi último suspiro.
Vino anoche la muerte y la abrace como una vieja amiga…
Prosa Poética
Cuerpos de arena
Dedicado a mi Comarca Lagunera
Lugares lejanos recorrieron mis huellas. Ví el azul inmenso estallar en su milenario canto. Crucé riachuelos diáfanos tintineante de seres, nadé en ríos alegres. Sentí que el bosque me enmudeció con su gélido aliento. Pero el desierto me llama.
Escuchó al viento tibio silbar las memorias de la tierra. Habla de las cordilleras, gigantes de piedra custodias de la sangre caliza que cubre sus llanos. De la brisa embravecida que desciende de los cerros desnudos devorando las vastas planicies cubiertas de soledad finalmente acaricia con su lengua de fuego, los cuerpos de arena. Figuras de sol y polvo, habitantes de de un lugar suspendido en el tiempo. Con techo de azul infinito, tímido de cúmulos. Montajes de paisajes salvajes pero de belleza indómita donde hay fauna palpitante sobreviviente de su carne seca.
La tarde se derrama. Las montañas ensangrentadas anuncian el último acto. Cae la noche.
Verso libre
Blanco es pureza
El que madruga Dios le ayuda
decía la madre cálida
decía la madre amante
vestido de blanco
iba a la iglesia
vestido de blanco
iba a la escuela
blanco es pureza dice la abuela
el niño es bueno
el niño es blanco
en la escuela conoce lo que es rancio
susurros a la vuelta de la esquina
lo invitan a jugar
lo invitan a robar
lágrimas de madre
lágrimas de abuela
se hacen tedio se hacen burla
ya no es niño
ya no es blanco
robar pequeño
robar en grande
vender veneno empieza fácil
el halcón es bueno
pero no blanco
pícale que ya nos cayeron
pícale que ya nos chingaron
corre el miedo
corre el espanto
recuerda los besos de la madre
los abrazos de la abuela
las lágrimas ahogan
las lágrimas desvelan
búscalas en el camposanto
ahí todas llegan
se esconde en la porquería
se cubre de mierda
latiendo el cuerpo
latiendo la cabeza
angostos crujidos dejan huellas
lo atrapan
madrean
escupe la sangre
escupe la muerte
cortan cartucho
la bala lo abraza
la bala lo aquieta
la sangre escurre
la sangre calienta
la sangre es roja
blanco es pureza
decía la abuela.
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@asdipao