Lo que se conoce como caja negra en ingeniería es algo que no sabemos que tiene dentro pero que se estudia en función de sus entradas y salidas, ante ciertas entradas, presenta ciertas salidas. Nuestro planeta es habitado por mas de siete mil millones de cajas negras solo de nuestra especie, ¿Cómo se forman los circuitos que definen nuestro comportamiento en la vida?
No lo sé, pero de alguna manera somos quienes somos por las influencias que hemos tenido, la familia por supuesto, la cultura del país donde nos tocó nacer, los maestros que nos acompañaron en la escuela, los amigos que escogimos tener, lo que bebemos, lo que comemos, el deporte que hacemos, lo que leemos, la música que escuchamos, las personas con las que en algún momento de nuestra vida hemos charlado, lo que estudiamos, es decir, todos los insumos a que nos hemos visto sujetos en nuestra vida han dado forma a esos circuitos de la caja negra que somos y que hoy en día responden de determinada forma a las nuevas entradas o señales. Por supuesto, esos circuitos se van modificando con el tiempo dadas las nuevas experiencias que vamos incorporando, si, somos seres cambiantes y si cuidamos conscientemente las entradas, lo haremos para ser mejores personas.
Uno de los insumos al que nos vemos expuestos como sociedad es sin duda la televisión, al utilizar imágenes y sonido para transmitir sus contenidos, es uno de los medios que más influencia ha tenido desde su creación, se ha impuesto como un instrumento transmisor de entretenimiento, mensajes e ideologías.
De acuerdo a datos del INEGI, en la actualidad mexicana se identifican alrededor de 32 millones de viviendas en México, existe una aparato de TV en el 99% de los hogares urbanos y en el 97% de los rurales, en cuanto a la cantidad, en los hogares urbanos hay 2.1 televisores en promedio en tanto que en el ámbito rural hay 1.6 televisiones, es decir, la TV como medio de comunicación tiene una muy alta penetración en México.
Conforme a la Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales 2015 que presenta el Instituto Nacional de Telecomunicaciones se recuperan los siguientes datos:
8 de cada 10 personas en México ven TV abierta, el canal de las estrellas de Televisa es el preferido, 64% de las personas lo ven, le sigue TV Azteca con el 47% de las personas, estos números no son excluyentes, hay personas en estos resultados que ven las dos programaciones, sin embargo podemos ver que estas dos cadenas televisivas en particular tienen una audiencia importante en México.
En la TV abierta las Noticias y las Telenovelas son los géneros más vistos.
El 40% de las viviendas en México cuenta con TV de paga, es un alto porcentaje, la mayoría de las personas la contratan para contar con más canales y contenidos. Quienes han decidido no contratarlo es en general por el precio que tiene. Un dato interesante es que los cuatro canales más vistos en TV de paga, son de TV abierta, es decir, el ámbito de influencia de la TV abierta permanece en la TV de paga.
En la TV de paga, las películas y las series son los géneros más vistos
Los horarios donde las personas ven más televisión son por la tarde 53% y por la noche 61%.
Dentro de la TV de paga, en el ámbito rural el canal Bandamax ocupa el segundo lugar de audiencia.
Los canales culturales de TV de paga como Discovery, History Channel o Nat geo los ve un 6% de los encuestados que cuentan con este servicio, un bajo porcentaje de la muestra total que en una proyección se transformaría en el 2% de la teleaudiencia mexicana.
Algunos resultados en cuanto a los niños de 7 a 12 años es que el 82% de los encuestados ven la TV abierta, 2 de cada 10 lo hacen sin compañía y la mayor audiencia se presenta por las tardes.
Conclusiones
Por sus características audiovisuales, la televisión sigue siendo el medio masivo de comunicación unidireccional más influyente que existe en la actualidad para la sociedad mexicana.
No hay una preocupación en la TV abierta por hacer o promover programas culturales, aunque tampoco es su negocio, de hecho la programación en su generalidad busca la distracción de su audiencia, a finales del siglo XX la TV usurpó otros espacios de esparcimiento que antes tenían los niños por ejemplo, ahora lo hace en una tendencia creciente el internet.
Un porcentaje muy alto de mexicanos ve regularmente la programación de Televisa y TV Azteca, podemos inferir que las líneas editoriales de ambas empresas tienen la capacidad para normalizar puntos de vista u opiniones lo cual tiene un importante valor en las decisiones sociopolíticas del país, sobre todo en época de elecciones.
Los niños de México también están atentos a la programación de estas compañías, hay una teleaudiencia importante por las tardes, muchos niños cuando crezcan, tendrán dentro de sus hábitos televisivos el sintonizar estas cadenas en particular, esto les da a estas compañías un amplio poder de influencia en el futuro.
El internet comienza a volverse una opción para buscar otros contenidos, en la actualidad en el orden del 30% de los hogares cuentan con acceso a la red, esta cifra deberá ir creciendo y el balance de tiempo que los mexicanos invierten en la revisión de contenidos ya sea de entretenimiento, informativos, deportivos o culturales se habrá de modificar.
En mi opinión, dada su penetración, un cierto porcentaje de los contenidos de este tipo de medios deberías estar orientados a la educación, si, lo sé, algunos dirán que no es su responsabilidad educar, ellos buscan un modelo exitoso de negocio, digamos que las reglas del mercado dan la libertad de que cada quien maneje sus contenidos y que las personas decidan que ver.
Probablemente le corresponda a la entidad regulatoria obligarlos a ello, en un equilibrio inteligente, mientras no lo hagan, la TV abierta posmoderna seguirá explotando un modelo de negocio que ha demostrado ser exitoso, evadiendo la responsabilidad social que las empresas debieran tener, sería lindo un modelo que se preocupara por educar o al menos promover programas que inviten a la reflexión en su teleaudiencia, a generar insumos de valor que fabriquen aunque sea marginalmente circuitos, ecuaciones y lógicas que se incorporen a las diversas cajas negra y que hagan crecer a esta sociedad.
Bueno, ya basta de utopías, apaguemos la tele.