E Lecciones

   Tengo 55, crecí a cobijo del Partido Revolucionario Institucional (PRI), como muchos hombres y mujeres de mi generación, uno de mis tíos vivió en el 68 una de los episodios más oscuros de México, aún recuerdo el miedo en la familia cuando se hablaba del tema, esto me causó una profunda aversión por los militares que me ha acompañado todos mis días. La posterior lectura de “Pedro y el Capitán” me caló hondo al imaginar a los miles de Pedros que estudiaban en la Universidad Nacional Autónoma de México o en el Instituto Politécnico Nacional, tiempos donde poseer una credencial de estudiante te criminalizaba de acuerdo a los testimonios de Helena Poniatowska en “La noche de Tlatelolco”.

   Después de la matanza, celebramos las olimpiadas, si, el pueblo, los medios, todos fuimos cómplices en tiempos donde las dictaduras militarizadas eran muy comunes en Latinoamérica, Trujillo en República Dominicana, Stroessner en Paraguay, Rojas en Colombia, Velazco y Morales en Perú; después, Videla en Argentina, Pinochet en Chile, Banzer en Bolivia, los Somosa en Nicaragua, Torrijos y Noriega en Panamá, el PRI en México, “la dictadura perfecta” de acuerdo al maestro Mario Vargas Llosa.

   Cuando Gustavo Díaz Ordaz deja el poder en 1970, su delfín y secretario de gobernación, Luis Echeverría, operador de la matanza de Tlatelolco, se convierte en presidente de México con el 80% de los votos escupiendo así la memoria de los caídos y ratificando su soberbia en los eventos de los años 70. En los siguientes ejercicios del poder el partido sigue arrasando, aunque se observa una tendencia de los mexicanos a elegir otras opciones, la transición ha sido lenta, López Portillo gana con 91%, Miguel de la Madrid con 68%, Carlos Salinas con 50% con la primera acusación por fraude en la contienda presidencial cuando “se cae el sistema informático”. Los ingenieros que nos hemos desarrollado al cobijo de aplicaciones de Tecnologías de la Información sabemos que los sistemas considerados críticos “no se caen”; trabajamos para que ello no suceda. Después Zedillo gana con un 48% con la circunstancia del Ejercito Zapatista de Liberación nacional y el miedo asociado en los votantes que manda a la izquierda al tercer sitio. Para que en el año 2000 se presentara la alternancia con Vicente Fox con un 42% para continuar con el discutido triunfo de Felipe Calderón, con AMLO pisándole los talones; gana con solo el 35% de los votos. En el 2012, con la decepción azul, el PRI regresa.

   En la década de los 70s, simplemente no había para donde hacerse, la maquinaria operaba de manera impecable para perpetuar a la élite en el poder, otros tiempos, otras estrategias, mismas decepciones.

   La llegada de la tecnología ha cambiado las formas para defraudar y de evidenciar conductas inapropiadas, con las redes sociales, todos somos testigos. Le tocará a las instituciones electorales evaluar y valorar las impugnaciones que seguramente vendrán, como ciudadanos habremos de pedir que nuestro voto se respete  dado el país democrático que decimos ser.

   Da lástima escuchar la visceral respuesta del Sr. Riquelme cuando le preguntan qué opina sobre haber perdido Torreón, Saltillo será el consentido, dijo. Habrá que decirle a él y a cualquiera que se siente en una silla de gobierno que el ejercicio del poder deber ser equitativo para todos los ciudadanos, no solo para los que votaron por él, lo mismo le pasó a Felipe, humanos, demasiado humanos.

   Por otro lado, el peso recupera terreno, digamos que las instituciones financieras vieron con buenos ojos que el dinosaurio de Atlacomulco siguiera ahí, me parece que tampoco les importa si es rojo o azul, La Elección nos dice lo que esperan para el 2018.