El Libro Usado de la Galeana

Tal vez el título de este humilde columna no les traiga nada  a la memoria a  los lectores que viven fuera de la Comarca Lagunera, pero para nosotros los lugareños, es un rincón lleno de tinta donde se escriben nuestros recuerdos.

    Está historia empieza al lado del teatro Isauro Martínez en la Logia China, actualmente la  entrada de carga y descarga del teatro. La Logia se caía en pedazos cuando el Sr. Javier Woo la dispuso para su venta de libro usado. Eso fue en 1995, hace 22 años. El patronato del teatro decidió  tumbar los últimos vestigios del deteriorado centro chino. Los Woo se tuvieron que cambiar enfrente, un lugar  donde  había sido un restaurant  de venta de cabrito. Ahí fue donde conocí el Libro Usado.

         Empezaba la aventura de la universidad, la necesidad de varios libros y las indicaciones de una amiga me llevaron a ese camino amarillo, aquel que siempre recorrimos los estudiantes de la región, los intelectuales pobres y los padres ahorrativos.

     En aquellos libreros repletos de ediciones nuevas, viejas y antiguas pude conocer a los autores, y sobre todo pude llevármelos a mi casa. Era el mejor lugar del mundo para mí;  alimentaba mi adicción por la tinta impresa he hice  amistades nuevas  con Sofía Woo, y posteriormente  con Magdalena Woo, quienes eran las custodias de ese lugar necesario para todos los laguneros lectores y pobres.

     Todo cambia y en este caso se cae en pedazos, comenzaba el alumbramiento de la Plaza Mayor. Los libros fueron  mudados sobre la misma calle, abajo del Café Tumbao, eso fue hace aproximadamente 8 años. Todo sigue cambiando, pero la libreria  nunca, Magdalena seguía en ese mismo sitio, donde los libros eran adoptados, y donde llegaban nuevos.

       Por nuestra amistad y gusto por los libros tuve el privilegio de relevar a Magda durante  unos meses. Llegaba temprano, subía la cortina y me deleitaba con ese olor que solo despiden los libros. Conocí personas maravillosas; reconocí lectores compulsivos, ubique coleccionistas, hable con personajes extraños,  salude viejos amigos. Compré herencias acumuladas en libreros. Vendí clásicos, novela rosa, religión, superación, medicina, cocina e infantiles.

      Todos los que entran al Libro Usado tienen la misma mirada de curiosidad y fascinación, que los hace ir una y otra vez.

     Ahora los Woo vuelven hacer maletas, se mudan, todo cambia, ellos no, ellos se llevan su magia a otro lugar. Uno no tan lejos, después de todo están arraigados al centro, su centro que nunca los va a dejar ir.

     Gracias por no dejarnos, y seguir siendo ese rincón en nuestros recuerdos.

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Falcón #220 Sur

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