La realidad en este momento para el Santos de Chepo es cruel, está eliminado de la Copa y fuera de puestos de liguilla antes de entrar a jornadas de cierre de torneo. El simple "mejorar un poco para que lleguen los resultados" ya se acabó, los problemas Santistas son los mismos desde la fecha 1 y no se han podido corregir. Soy enemigo íntimo de pedir cabezas de entrenadores, hasta que la situación ya no dé para más prefiero la continuidad, yo desde este momento les digo que no cambiaré mi postura de dejar a José Manuel De La Torre todo el Clausura pase lo que pase. Aunque sé que la situación lejos de mejorar, empeora, cesar hoy y buscar a otro sería una verdadera locura.
"Error puntual de Orozco, no seas mala leche y exagerado", sí, tienen razón, sin embargo, en cada empate y hasta en la única derrota en liga los motivos son los mismos: falta de contundencia, cambios extraños, cuidar muy temprano un resultado y un error puntual de alguien. El encontrar el motivo de cada traspié no implica que la cosa ande bien, al contrario, se empieza a mostrar incapacidad y lamentablemente cuando esa incapacidad es manifiesta y repetitiva, se tiene que voltear a ver al responsable del equipo.
Con todo lo anterior aún creo que este Santos está más cerca de ligar victorias y mejorar, sí, pero ahora a los problemas que ya mencioné y que ustedes tienen bien identificados, se une la palabra que nadie quiere escuchar: Presión. Presión de ya no estar en zona de liguilla, presión de haber quedado fuera en casa siendo bailado por el Cruz Azul, lugar 14 de la tabla, presión que se va a agregar a los nervios que traen de fábrica los delanteros santistas, presión a Jona Orozco que lamentablemente se come el empate en Tijuana.
Es con la presión en donde los grandes jugadores salen avantes, vamos a ver de qué están hechos estos guerreros que por momentos generan un gran futbol pero que su especialidad es echarlo a perder. Los resultados obtenidos le han moldeado un gran reto al equipo lagunero, el calendario viene duro pero se juegan más partidos en casa que fuera. Hoy la realidad es triste pero aún no está nada dicho, veamos qué cara le pone a la adversidad el plantel más joven de La Liga MX.
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