Pasa mucho en nuestro país venerar el pasado como algo mejor, tener viejas glorias que ¡uff! Cómo eran buenas y habilidosas que de estar en la actualidad, todo nos iría mejor. Lo hacemos con Pancho Villa, Francisco I. Madero, Pedro Infante, Nacho Trelles, Raúl Cárdenas y un eterno etcétera. Por suerte a mí me toca hablarles de futbol. Hoy que por la mañana jugaron estrellas mexicanas contra estrellas alemanas, fue muy claro nuestro nivel futbolístico, por más que recordemos a varios con cariño, ninguno (aunque nos duela) fue una estrella de talla mundial, sólo tenemos dos: Hugo Sánchez y Rafa Márquez, punto. Alemania en cambio tenía estrellas rutilantes de sobra, campeones del mundo, campeones de ligas europeas, verdaderos titanes del futbol, conclusión: ellos sí son una potencia futbolística, son mejores que nosotros porque cuando llegan a ser profesionales juegan en mejores ligas y en su selección nacional hay un proyecto, veámoslo simplificado: en 2011 en sub-17 les ganamos, en 2017 con mayores nos golearon.
Todas estas leyendas mexicanas hoy son increíblemente evocadas como algo grandioso, de primera me va a decir usted que no, que estoy exagerando pero fíjese bien, cuando participan en programas deportivos gozan de admiración de los conductores, les piden opiniones (normal) y les piden soluciones para dar el salto de calidad (absurdo). Es como ver al cómico Vicente Fox hablando de tener todas las soluciones para acabar con el problema de la violencia que provoca el narcotráfico en México, si, nos gobernó seis años y no pudo hacer nada, hoy ya afuera tiene la llave maestra. Pasa lo mismo con Lapuente y La Volpe, con Luis García que se la pasa ninguneando a los chavos que hoy juegan en Europa, hasta con Cuauhtémoc Blanco que anda light en sus opiniones.
No estoy en contra de admirar a jugadores del pasado, yo mismo tengo mis ídolos, simplemente me parece muy difícil tomarlos como referencia para mejorar, lo siento mucho pero es así. España creció futbolísticamente hasta que se deshizo de esa "Furia española" y dejó de convocar lo que olía a pasado así fuera el mismísimo Raúl González Blanco, he leído y visto a analistas deportivos españoles dividir a la Roja del 2004 en adelante, hay un antes y un después de Don Luis Aragonés.
Aquí pasa al revés, nos negamos a cambiar y este proceso de Osorio lo demuestra. Más allá de lo bien o mal que lo haga, el estilo distinto y que no fuera mexicano espantó a la mayoría desde el día 1. Hoy hay argumentos para decir que el trabajo del colombiano no está siendo el mejor y tiene áreas que mejorar pero eso lo podemos decir los que le dimos el beneficio de la duda, los que lo mataron desde que llegó son oportunistas y más oportunistas son nuestras tristes leyendas futbolísticas que se trepan al tren de reventadores del TRI. Seguramente con ellos nos estaría yendo mejor. ¡JA!
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