El residente de la casa Blanca (la de USA), haciendo una vez mas gala de su soberbia e ignorancia de la historia y la política, lanza un discurso donde reconoce a Jerusalén como capital del estado Israelita, dejando a los palestinos a un lado. Él no habló, sus compromisos de campaña, otros intereses de los Estados Unidos, los de Israel o los del imperio Trump hicieron esa declaración. La comunidad internacional, hasta donde he leído, ha estado en descuerdo incluyendo por suerte a México.
Todo liderazgo conlleva responsabilidad, lo que se dice o se hace impacta y es observado por muchas personas, en el ámbito político tiene aún mayor repercusión, pudiendo afectar el bienestar de sociedades y economías; Trump, aunque sea sin duda uno de los presidentes más ignorantes de todos los tiempos, es, por desgracia el presidente de los Estados Unidos y lo que declare, tenga o no sentido, tiene un impacto en el mundo, si lo sabremos nosotros con los amagues con el TLCAN, con el muro, con las deportaciones, con el peso.
El Big Bully, como si no tuviera suficiente responsabilidad con las posturas norcoreanas y de lo que ahí pueda surgir, ahora parece abrir aquel mítico recipiente de la mitología griega conocido como la caja de Pandora, una declaración que solamente generará tensiones, no me extrañaría ver en las noticias de las próximas semanas-meses crónicas de ataques a intereses norteamericanos en esas tierras lejanas, incluyendo a las que se encuentran en estos meridianos, lástima que estemos tan cerca, como alguien más ya dijo.