Un día de elecciones

Este día empezó como cualquiera con una alarma  a las seis y media de la mañana, a mi esposo se le olvidó desprogramar su celular. No es la mejor forma de comenzar un día de elecciones, retomé el sueño de lo cual no tengo problema, a las nueve de las mañana la lustrosa sonrisa de mi olvidadizo esposo me pidió que trajera menudo.

        Muchos laguneros saben que el camino para conseguir este delicioso platillo mañanero puede ser largo y tortuoso. Para mi desgracia, llegue y mi menudera de costumbre me dijo las peores noticias “Seño creo que por las elecciones todos vinieron más temprano” debo aclarar que eran las diez de la mañana. Intercambie el menudo por una extraña barbacoa, que parecía barbacoa, pero no era barbacoa.

       Mi hija me esperaba en la puerta de mi casa con la dirección dónde tenía que hacer su primera votación. Desayunamos la barbacoa que no era barbacoa y fuimos a buscar la casilla dónde mi pequeña con diecinueve años cumplidos iba a estrenar su credencial para votar.  La meta era la calle 12 y Álvarez. La cochera de una casa se volvió un templo de la democracia, rio en este momento, no es por qué no crea en ella, pero se ha vuelto un chiste en este país. La fila era corta a esa hora de la mañana, un joven primerizo ejercía su voto, lo supe por que la madre no dejaba de tomarle fotos pa´el face. No, yo no lo hice aunque por un momento lo pensé, la subo a mi Facebook mi hija votando, los comentarios de familiares y amigos serían: que grande, como pasan los años, que bonita, que ruca estás etcétera. Me lo ahorro y prefiero solo comentar: ayer la traía en brazos y hoy podría hacer su primera anulación su voto,  una lágrima recorre mi rostro. Aunque el  previo debate casero le dio una idea a mi hija por quién votar, es obvio que  por… (El voto es secreto).

    Regresamos preocupados por las elecciones, tanto, que mejor nos fuimos  al cine a ver La mujer maravilla. Aún no sé qué pasa con las elecciones, pero la película estuvo muy buena.

    Qué esperaban, una relación de lo que han sido hasta ahora las campañas, una crítica y una inclinación hacía un bando. ¿No están aburridos de todo eso? Yo sí, ya quiero que se acaben, y rezo optimistamente para que nos toque alguien menos ratero, menos mentiroso, menos de todo, ahora me leí mediocre, pero que no lo somos todos. Esto es deprimente, mejor vuelvan al final del párrafo de arriba, y sí, la película estuvo buena.

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