Y TÚ, ¿ENTIENDES EL POR QUÉ LA NAVIDAD ES UN MISTERIO?
Por Gerardo de la Garza Ortega
Conferencista, Motivador Profesional y Director de MOTTIVARE
¡…con la fuerza de la palabra!
Tema difícil para desarrollar, pero no deja de ser interesante. Entonces, ¿debo de creer? Veamos el tema... No dejes de leer el chistorete que es muy explicativo del tema, pero no te desconcentres, por estar pensando en el chascarrillo…
¡Hola! ¿Cómo te va, mi distinguido y amigo lector? Espero que el día de hoy sea excelente y maravilloso.
Primero, definamos lo que es un misterio. Misterio es toda realidad que desborda nuestras posibilidades de comprender. O sea, si hay algo que yo no comprendo del todo, para mí y para cualquier ser humano, es un misterio.
Entonces, si yo no entiendo una ecuación matemática, para mí, ¿eso es un misterio? Así es, pero eso no quiere decir que no pueda ser comprensible para otras personas que estudian las matemáticas a profundidad.
Si yo no entiendo una ley física, ¿es para mí, también, un misterio? Así es, pero eso no quiere decir que no pueda llegar a comprenderla un físico, que se dedica a eso, a estudiar la física en todos sus aspectos.
A ver. Es que quiero entender muy bien esto. Hasta donde sé, nadie sabe lo que es la luz. Se sabe que es un “agente físico que hace visibles los objetos”, pero su naturaleza es desconocida.
Se explica por sus manifestaciones. De hecho, hay varias teorías, la corpuscular de Newton, la ondulatoria de Huygens, y la teoría del corpúsculo con onda asociada de Schrödinger. Pero su naturaleza sigue siendo un misterio.
Lo mismo ocurre con la gravedad: que es la atracción mutua de masas materiales. Desconocemos su naturaleza. El mismo Newton, que expresó esta atracción en una sencilla fórmula matemática, confesó que él conocía las leyes de la atracción de los cuerpos, pero que no sabía cuál era la esencia de tal atracción.
La física sólo nos habla de los hechos. No explica la esencia del porqué suceden tales hechos. Es un misterio.
La vida está llena de misterios. ¿Vamos a extrañarnos de que también un Dios infinito, sobrepase nuestra capacidad intelectual? Ni la inmensidad del mar cabe en nuestro ojo, ni la de Dios en nuestro entendimiento. Si Dios cupiera en nuestra mente, sería limitado, dejaría de ser un Dios infinito.
Cuando tú y yo creemos en los misterios de nuestra religión, hacemos un acto de humildad reconociendo que Dios sabe más que nosotros.
Niels Bohr, uno de los primeros científicos que descubrió la estructura del átomo, discutiendo con Einstein, también creyente, le dijo: “No es, ni puede ser, tarea nuestra ordenar a Dios cómo debe Él regir el mundo”.
Los misterios, ni son exclusivos de la religión, ni son un obstáculo para creer. Así como en las demás ciencias, cuando no entendemos una cosa, creemos lo que nos dicen los que entienden de esa ciencia, así en cosas de Dios, debemos de creer en lo que el mismo Dios nos ha revelado.
Aunque nuestro entendimiento no alcance a comprenderlo perfectamente. Una hormiga no entiende el ajedrez, pero no por eso, deja de existir el ajedrez, el ajedrez es real y existe. Lo mismo nosotros, con Dios.
Y el máximo misterio de la fe católica, es cómo todo un Dios infinito toma nuestra naturaleza humana en forma de un frágil bebé, ¡por Amor! Eso es lo más sorprendente de todo lo que vimos hoy. ¡Dios se hace hombre por Amor!
Aquí, si me lo permites, amigo lector, voy a referirme a un chascarrillo muy ilustrativo para el tema que nos ocupa. Resulta, dice el cuentecillo, que un grupo de científicos se reunieron con Dios para decirle que ya habían podido hacer vida.
¿Ah, sí? ¿Me lo podrían demostrar?, les dijo Dios. Claro, contestaron todos, ven a nuestro laboratorio para hacerte una demostración. Se citaron, y ya estando presentes los científicos y Dios, empezaron...
Tomamos un átomo de carbono, otro de oxígeno, y otro más de hidrógeno, y mira, con una chispa… No, no, no, así no se vale, les contestó Dios. Háganlo con sus materiales, no con los míos…
¡Feliz Navidad! Espero que en esta maravillosa fiesta le hayas permitido al Niño Jesús que volviera a nacer, ¡pero en tu corazón!
Cierro como siempre, “y a seguir pataleando…, ¡porque no hay de otra!
Bibliografía consultada:
http://es.catholic.net/op/articulos/29921/cat/872/los-misterios.html
Las imágenes fueron obtenidas de los siguientes sitios de internet:
http://www.catolicosfirmesensufe.org/tercer-misterio-gozoso
https://www.taringa.net/posts/imagenes/17211372/100-bellos-paisajes-wallpapers-HD.html
https://respuestas.tips/como-se-llaman-las-partes-de-un-atomo/
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