Y TÚ, ¿ESTÁS DISPUESTO EN HACER EL ESFUERZO Y EL SACRIFICIO PARA PODER VOLAR?
Por Gerardo de la Garza Ortega
Conferencista, Motivador Profesional y Director de MOTTIVARE
¡…con la fuerza de la palabra!
Un hombre viejo, le muestra al impaciente, qué hacer para poder volar; espera el final…, ¡está interesante!
¡Hola! ¿Cómo te va, mi distinguido y amigo lector? Espero que el día de hoy sea excelente y maravilloso.
Maestro, ¿qué tengo qué hacer para poder volar muy alto? Yo quiero llegar a alturas insospechadas, pero en ocasiones me vienen a mi mente muchas dudas al respecto, y no sé qué hacer para poder llegar a volar…
¡Ay, discípulo! ¿Por qué tanto afán de querer llegar tan alto? Muy bien, ven, te voy a decir qué es lo que tienes qué hacer para poder llegar a volar. ¡Acompáñame!, le dijo el Maestro, que por su avanzada edad se veía con claridad que era un sabio.
Y el discípulo siguió los pasos del Maestro, uno por uno, paso por paso, en cada vereda, por cada camino donde iba caminando el Maestro, el discípulo lo seguía con una esperanza inquebrantable, porque estaba seguro que el Maestro le iba a indicar el camino para poder volar muy alto.
Seguía caminando el Maestro, seguía andando el discípulo. Continuaba por el sendero, y el discípulo lo acompañaba observando donde iba poniendo sus pies, para él ir haciendo lo mismo.
El discípulo estaba completamente seguro que su Maestro le iba a indicar el camino para llegar a volar muy alto. El discípulo observaba que su Maestro evitaba tropezar con una piedra, y él, al verlo, esquivaba la piedra, para seguirlo…
El discípulo no dejaba de ir sorteando los mismos caminos de su Maestro. Se topara con lo que se topara, él aumentaba su euforia y su entusiasmo, porque tenía el corazón lleno de esperanza que encontraría el camino para poder volar, con solo seguir a su Maestro.
Y el Maestro seguía y le guiaba por el camino, y el discípulo lo seguía en su andar. Paso por paso, uno por uno, pisada tras pisada, continuaban los dos, sin parar, sin desfallecer, sin rendirse.
La prueba estaba difícil, pero no cejaba el discípulo, en su intento de querer llegar a entender qué era lo que tenía qué hacer para poder volar.
Llegó un momento en que el discípulo, después de caminar tanto, le cuestionó a su Maestro, ¿qué pasa? ¿Por qué no llegamos al camino para poder llegar a volar? ¿Qué nos hace falta?
El Maestro en silencio, seguía caminando, sin responderle al discípulo. Y el pupilo le seguía incriminando, ¿qué hace falta para llegar a volar muy alto?
El Maestro no le decía nada, seguía su camino. Después de mucho tiempo, el discípulo ya exhausto de tanto caminar, le increpó con dura voz a su Maestro, ¿entonces qué? ¿Ya llegamos? ¿O qué tanto tiempo falta para llegar?
¿Sabes lo que te falta para llegar? ¡No! Dígamelo, Maestro, por favor. ¡Te falta fe! Eso es lo que te falta… Estás haciendo el esfuerzo y el sacrificio, ¡pero te falta fe!
Y tú, ¿estás dispuesto en hacer el esfuerzo y el sacrificio con fe para poder volar?
Cierro como siempre, “y a seguir pataleando…, ¡porque no hay de otra!
Bibliografía consultada:
ABC de la VOLUNTAD. ¡Quiere y Podrás! Colección Literatura de Superación. Corporación Editora CHIRRE.
Imágenes obtenidas de los siguientes sitios de internet:
https://pampanos.wordpress.com/2016/03/12/elementos-del-carcter-cristianoservicio/
http://www.pensamientoscelebres.com/frase/
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