@@CLIMA@@

Dormir

César Garza

Que buen insomnio si me desvelo sobre tu cuerpo.

Mario Benedetti

 

 

   Digamos que eres una persona que disfruta el dormir, puedes hacerlo en cualquier sitio, en cualquier hora y circunstancia, dices que desde niño tuviste esa facilidad que perfeccionaste con el despertar hormonal de la adolescencia y que definitivamente llevaste al extremo de la excelencia en tu trabajo como operador del Sistema Eléctrico de Potencia de México, ¿Cómo?, ¿Por qué?, te preguntaba, a lo que tu respondías que el trabajar en turnos, por la mañana, tarde y noche te hacía aprovechar cualquier momento para descansar, a pesar del ruido de la calle, del que hacían tus hijos, de la luz o cualquier otra circunstancia que a otro hubiera desquiciado.

   Bueno, si algo es cierto, es que me sorprende tu capacidad para desconectarte y reconectarte con un alto grado de lucidez, vaya, te puedes echar una siesta hasta en una esquina, te he observado poner el auto en neutral y aplicar el freno de mano como medida de seguridad, antes de dormir frente a ese semáforo que ya tienes cronometrado, justo lo necesario para abriendo los ojos, oprimir el freno, quitar el de mano, pasar a modo “drive”, todo esto en un segundo y arrancar suavemente cuando el semáforo se torna verde.

   Otra cosa que te caracteriza en cuanto al sueño se refiere es que por las noches, te desconectas de tal modo que ni las alarmas antisísmicas, los movimientos de nuestro departamento o mis gritos te pueden traer de vuelta, no me lo explico, por Dios.

   Hoy es una de esas noches, yo sin poder pegar el ojo mientras tú, te paseas en ese sueño profundo que tanto envidio, doy vueltas en la cama, enciendo la lámpara y leo un poco, después de una hora estoy más despierta que nunca, me levanto, resignada me sirvo un café mientras preparo mi cámara, monto el tripié, pongo una mascada azul en la lámpara del buró, de un violento movimiento te quito las sábanas, no te inmutas, aparece tu desnudez en mi lente, hago algunas tomas, busco los detalles que involucren sombras de tu cuerpo sobre tu cuerpo, poca luz, el tiempo de exposición es alto, no importa, busco nuevos encuadres, te muevo, acomodo tus brazos y piernas en posiciones caprichosas, disparo nuevamente, te has convertido en un modelo viviente del que puedo disponer por completo, me gusta, cambio por una mascada roja, en el nuevo ambiente te acomodo, cumples con las función del modelo perfecto no ya para una fotografía, sino para un dibujo o una pintura, guardas la posición sin el menor movimiento; si, tiro una y otra vez, cambio la toma, me acerco y alejo manualmente o a través del zoom, detecto o imagino un suspiro, sueñas, la sangre comienza a erguirse en ti, me concentro, disparo una y otra vez, diversas perspectivas, detalles, juego con la apertura del diafragma, con la velocidad de obturación y con el valor del ISO mientras te traslado a la memoria de mi cámara en múltiples imágenes que atestiguan, de algún modo, esa grosera manera de dormir, satisfecha apago la luz, me acomodo junto a ti y por fin, cierro los ojos.

Fotos más vistas en 15 días