El Efecto Maradona

PARA EMPEZAR

EL EFECTO MARADONA

Dorados de Sinaloa ha contratado como Director Técnico al astro argentino Diego Armando Maradona. En una temporada casi perdida, sus propietarios han decidido por lo menos hacer ruido, bajaron al sótano por un mal consejo y regresaron con la idea de traer al Diego como entrenador, difícil de entender el porqué se meten en este caro y seguramente fracasado proceso. Maradona no es buen técnico, no es una persona estable, suele rodearse de buitres que abrevan de su estela de fama. Dejará quizá algunas pinceladas enseñando a patear tiros libres y años después nos enteraremos a lo mejor de alguna anécdota de esas que en corto deja el futbol cuando una estrella de ese calibre le habla a un joven en formación, no más que eso. Seguramente se irá con más pena que gloria y los que lo queremos volveremos a escuchar esas terribles cascadas de descalificaciones de gente que se cree perfecta y con el derecho de insultar a alguien sólo por considerarlo un adicto y un obligado a educar a hijos ajenos o a toda la niñez mundial.

Es verdaderamente triste la postura de muchos ante la llegada de Maradona, la imagen que damos como país poniendo a Sinaloa como el paraíso para Diego porque está lleno de cocaina es lamentable, estamos llenos de doble moral y con una autoestima por el suelo, vamos, bienvenidos los memes, dan risa la mayoría pero dejémoslo ahí, no pasemos a una supuesta indignación porque "un adicto llega a nuestro futbol", por favor, hasta risa dan, ojalá esos indignados sean ciudadanos incuestionables, honestos, de los que no tiran basura en la calle y no compran piratería, de esos que no maltratan a sus hijos ni a sus esposas, fieles y comprensivos.
Quien esté libre de pecado que arroje la primera piedra.

No defiendo a Maradona, defiendo el derecho que tenemos todos a ser libres. Al señor lo contrataron por la razón que ustedes gusten y manden, serán meses o quizá solo semanas de show, de alguna declaración polémica, de alguna pincelada propia de los genios. Ojalá sepamos guardar nuestro odio y complejos como no pudimos con Juan Carlos Osorio, ojalá juzguemos a Maradona por lo que haga en el banquillo de Dorados y si lamentablemente fracasa por problemas de volver a sus adicciones, en lugar de lincharlo, le brindemos algo de compasión por ser una persona enferma y le mostremos la salida en paz.

Bienvenido, Diego. Que te sea leve. Genio.

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