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Escuadrón Suicida

Diana Miriam Alcántara Meléndez
Diana Miriam Alcántara Meléndez

Al planteamiento de una película también se le conoce como ‘presentación del mundo ordinario’, porque los primeros minutos de la historia deben introducir a los personajes en la cotidianeidad de su realidad, cualquiera que esta sea. Es decir, cómo se ve y se vive el y en el mundo donde se desarrolla la historia, previo al punto en que sucede un giro, un cambio dentro de ese ‘ordinario común’; antes de que los astronautas salgan a su misión al espacio, por ejemplo, antes de que un superhéroe adquiera sus poderes y salga a pelear contra los villanos, antes de que chico y chica se conozcan y comiencen su romance, por mencionar algunos escenarios conocidos.

Como el planteamiento carga con toda esta vasta importante cantidad de información, base de la estructura que sostendrá al relato, se trata de una pieza sustancial en la narración. Cuando flaquea, el resto de las piezas también sufren para desempeñarse correctamente.

Escuadrón Suicida (EUA, 2016), escrita y dirigida por David Ayer, es un relato cinematográfico cuyo planteamiento tiene varias fallas de construcción, atropellando así el desarrollo de los personajes, trazo de la misión, objetivo de la historia y hasta ritmo de la película.

El filme, protagonizado por Will Smith, Jared Leto, Margot Robbie, Joel Kinnaman, Viola Davis, Jai Courtney, Jay Hernández, Adewale Akinnuoye-Agbaje, Cara Delevingne y Karen Fukuhara, además de ganador del premio Oscar en el departamento de mejor maquillaje y peinado, trata de la formación de este llamado ‘Escuadrón Suicida’, conformado por un grupo de criminales, mercenarios y criaturas desconocidas que han sido reclutados y convertidos en equipo con el fin de, de ser necesario, pelear por la humanidad. La idea que plantea el universo fantástico y de superhéroes, donde también existen por ejemplo Batman y Superman, es que si uno de ellos u otra amenaza, humana o extraterrestre, pusiera en peligro la Tierra, el hombre no tiene control sobre ellos, sus acciones o sus decisiones, pero sí lo tendrían sobre estos personajes, porque como detenidos y presos, su libertad está en juego de no ser que cumplan las órdenes.

El planteamiento de la historia debe cubrir varios puntos importantes, la introducción de los personajes, de aquellos que conformarán el escuadrón y la persona, o personas, a cargo, quien los dirige o controla, o ambas cosas. También se requiere dar a conocer la amenaza o villano de la historia, aquel personaje contra quien los protagonistas deberán pelear y que pondrá obstáculos en su camino para evitar que logren su objetivo; por tanto, se necesita trazar una motivación de cada actuante, como también un propósito: de qué quiere hablar la película. Por qué pelear, para qué o cuál es el fin último, preguntas que bajo los estándares conocidos del género deberían responderse casi por obviedad.

La falla del planteamiento en la película consiste en no saber administrar el tiempo que se tiene para trazar estas líneas básicas y exponerlas para sus escenarios particulares, principalmente en el área de introducción de los personajes, que fluye tan accidentalmente que parece un montaje mal planeado. La película no sólo le otorga pocos minutos a la presentación de cada protagonista importante (Deadshot, Harley Quinn, Capitán Boomerang, Enchantress, June Moone, Rick Flag, Killer Croc, El Diablo, Katana y la encargada en el gobierno del Escuadrón, Amanda Waller), sino que apenas da la información mínima para tener una idea de quiénes son (cuál es su identidad, qué quieren, cómo se comportan), lo que hace a los personajes unidimensionales y distantes para el espectador.

Deadshot nunca falla un tiro, eso queda claro e incluso es una característica que juega su papel en un momento importante de la historia (debe disparar a Harley Quinn pero falla a propósito, así, cumple su orden pero no daña a su compañera), pero cualquier persona se define por mucho más que un aspecto de su personalidad. En su caso la relación con su hija y su actitud rebelde, destellos que la historia otorga, en un intento por dar dimensión humana al personaje.

Un escenario de estilo similar ocurre con la mayoría de los reclutados, Deadshot y Harley Quinn son la excepción (tal vez porque son los personajes más conocidos, o quizá porque los actores que los interpretan son más reconocidos en el medio que el resto del elenco), y la evidencia es que toman centro entre los demás miembros del escuadrón, que reciben aún menos tiempo, ya mínimo, para su presentación en pantalla.

Este ritmo, sin balance, afecta la cadencia general de la historia, su narrativa, su guión y, su realización (imagen, música, edición, etc.). Así, en los primeros minutos de la historia la música y las escenas cambian con cortes abruptos, cuando deberían fluir con naturalidad. Es como si cada segmento no logrará amalgamarse, lo cual resulta problemático. Si se hace un corte a la mitad de una canción y además la escena en pantalla también cambia sin naturalidad, lo que sucede se siente como si un automóvil no estuviera avanzando bien, sino pausado, o como si se estuviera viendo la televisión y de pronto se comenzara a cambiar de canal cada cinco segundos. ¿Cuál es el efecto? No hay tiempo de concentrarse en algo, porque en cuanto la persona que mira comienza a meterse a la escena, ésta ya cambió.

Estos cortes afectan también el tono de la película y derrumban la posibilidad de un contenido de sustento crítico. Con personajes superficiales la historia no tiene opción para adentrarse en temas y apenas da espacio para hablar de algo, aunque no de manera crítica. Como ejemplo está el personaje de El Diablo, que no quiere usar sus poderes porque así fue como mató a su familia. Al final, la decisión que toma de pelear junto a sus compañeros lo hace ‘crecer’, cambiar y tomar decisiones. La escena de su familia falleciendo a causa de sus poderes aparece en el planteamiento de la historia, para que así tenga un eco al final, cuando se sacrifica por los demás, cambiando esa mala acción del pasado por una nueva percepción, la de hacer el bien. Este desarrollo del personaje, aunque importante, es mínimo, porque el guión no retoma reflexivamente la temática de lealtad o solidaridad.

El mayor problema se evidencia al desperdiciar la oportunidad de hacer crecer relaciones interpersonales conflictivas, como en el caso de Harley Quinn y el Guasón, o del militar Rick Flag y June Moone, cuyo alter ego, Enchantress, resulta la villana de la historia, pues toma control del cuerpo de June para dejar salir sus poderes y castigar a la humanidad, creando un ejército que la alabe y le sirva.

No hay una ilación narrativa y la consecuencia es una historia que deja de ser coherente consigo misma, lo que resulta en más tropiezos en la medida que avanza la película. El conflicto que traerá tensión a la historia es una de las piezas más importantes de un relato, porque ayuda a definir a los personajes que tomarán acción y posición (y decisión) respecto al escenario, pero también marcará el rumbo de la historia. El Guasón, quien es presentado desde el inicio de la película como enemigo peligroso y que deja ver que elegirá acciones violentas y criminales con tal de lograr su objetivo (rescatar a Harley Quinn), se convierte en una amenaza presente pero no latente, relegada a segundo plano cuando a la historia le conviene. La presencia del Guasón está incluida desde el planteamiento de la película, pero entonces, en lugar de aprovecharla, la historia decide irse por otro camino, convirtiendo a Enchantress en el enemigo, no sólo amenazando destruir a los humanos, sino buscando venganza de ellos y también, por asociación, de Amanda Waller, que usaba su corazón como medio para controlarla.

El escuadrón debe primero rescatar a Amanda, aunque actúan sin saber cuál es realmente el objetivo de su misión. El problema aquí es que sólo a la mitad de la película los personajes se preguntan por qué trabajar juntos y por qué continuar adelante. La amenaza del chip implantado en su cuerpo, que se denotará si intentan huir, es sólo una presión externa que los empuja a hacerlo, pero ¿qué los motiva a actuar? Debe haber algo, porque si no, huir y morir sería el camino que elegirían. Responder qué es lo que tienen que perder o ganar es el tipo de planteamientos que deberían estar trazados desde la primera parte de la historia, para que así, en la segunda, cuando se lo cuestionan, tenga tanto sentido como sustento.

A veces una película debe preguntarse ¿dónde poner tal o cuál escena para que tenga un mayor impacto? ¿Al principio, para conocer la realidad del personaje de antemano? ¿En la parte media, en forma de flashback, para ir complementando la información poco a poco? ¿O al final, en forma de revelación? Todo depende de la historia que se trate y la pieza de información en cuestión. Por ejemplo, la revelación al final de una narración, si no se construye con expectativa, puede resultar sin sentido y poco funcional; en lugar de ser esperada, puede caer plana, sosa o anticlimática. Y una pieza de información bien plantada al inicio de una historia puede resultar esencial para crear tensión durante el trayecto del relato.

En el caso del planteamiento de esta película el tropiezo es no saber administrar las piezas de información en forma eficaz. La primera media hora resulta repetitiva y hueca porque reitera piezas al tiempo que, en momentos, se guarda para más tarde datos relevantes. Por ejemplo, la primera escena de la película introduce a Deadshot en su celda, después a Harley Quinn en su celda y después a Amanda Waller, presentando su proyecto de formación del escuadrón al gobierno, escena en la que, de nueva cuenta, vuelve a introducir quiénes son Deadshot y Harley Quinn, y luego al resto de los personajes, leyendo sus fichas de registro. La historia pasa cinco minutos presentando a dos antihéroes, sólo para después poner a uno tercero a narrar quiénes son estos primeros dos. Eso es un desperdicio narrativo.

‘Muéstralo, no lo cuentes’, dice una lección para contar historias y la esencia es que, incluso en cuentos literarios, cuando un personaje está narrando, no debe repetir en diálogo lo mismo que está sucediendo en escena o acciones. El motivo es que se vuelve repetitivo y, peor, también le quita importancia, impacto o relevancia a aquella pieza de información.

No hace falta conocer el perfil de todos los personajes en los primeros minutos de la historia, sólo hace falta conocerlos, reconocerlos y entenderlos; el resto de sus particularidades pueden ir apareciendo poco a poco durante la historia, al tiempo que va alimentándola, enriqueciéndola, dándole matiz a lo que sucede y a los personajes que toman lugar dentro de la acción. Porque si una escena puede removerse del relato sin que se altere la historia, entonces es ‘paja’, no sirve porque no aporta nada, que es finalmente lo que sucede con las primeras dos escenas de esta película, antes de que aparezca Amanda Waller. Si esas piezas de verdad son importantes para la introducción de los personajes, entonces pudieron ser parte de las secuencias de su presentación una vez que la agente del gobierno está leyendo los documentos de registro de cada recluta, que es, finalmente, la introducción de los estelares.

¿Por qué o por quién pelean estos antihéroes? ¿Qué es lo que buscan lograr? ¿A quién pretenden salvar o qué planean demostrar? La película no puede ser un espectáculo de peleas y efectos especiales exclusivamente, la película debe tratar de un grupo de personajes que cargan con sus propios fantasmas, crisis, problemas, pasado y errores y que, ahora encuentran también sobre sus hombros el destino de terceros, eventualmente el de la humanidad. Salvar el día no es su prioridad, porque no son héroes; y tal vez no quieran salvar ‘al mundo’, como sí profesan los superhéroes tradicionales, pero seguro quieren salvar a alguien ‘en el mundo’. Esa es la pista importante que debería resaltar el planteamiento, para que cada personaje importe dentro de la narración, villanos y héroes por igual. Si la película no lo dibuja así desde su inicio y encamina a sus personajes sólo por inercia, entonces hay un problema, porque después, al reajustar, deja huecos o situaciones forzadas, como sucede en este caso.

Ficha técnica: Suicide Squad - Escuadrón Suicida

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