Continuación…
Estaba en un auditorio de una universidad de la Comarca Lagunera impartiendo una conferencia para un departamento de la administración pública municipal, y narraba textualmente lo que ocurría en una situación entre jefe y colaborador… el auditorio se carcajeaba, pues tal vez se veían reflejados en esa situación. Terminó la conferencia y los participantes se acercaban a mí para saludarme y felicitarme. Se acercó al final una señora muy enojada para decirme que sí le había gustado la plática pero que no le parecía correcto que empleara algunos términos, pues a ella le causaban mucho conflicto y que hasta le había dolido la cabeza por haberlos escuchado. Claro que había algo que la hacía reaccionar y le decía yo que debería buscar en ella, qué era lo que le lastimaba en relación con ese concepto. Después me comentaban que esta persona tenía muchos problemas laborales con muchas personas, que tenía un carácter muy malo y se quejaba amargamente de muchas cosas y situaciones propiciada por ella.
Inclusive se han dado casos que ha habido la necesidad de rescindir los contratos de estas personas, pues siendo tan negativas, los empresarios o jefes prefieren que les cueste dinero, pero se quitan de una vez el problema que puede ocasionar una persona con una actitud negativa.
Aun cuando las empresas o instituciones nos están dando la oportunidad de capacitarnos, de ayudarnos a encontrar nuevos caminos en nuestra vida, a veces estamos como esos presos de la película de Jorge Negrete, no queremos salir de donde estamos.
He recibido infinidad de testimonios de personas que me han hecho saber, que cuando se les invitó al curso, su primera reacción fue la de negarse a asistir, sin embargo una vez que empezaron a oír aquellos conceptos, que lograron comprender lo equilibrado de su actitud, a lo largo del curso, su estado de ánimo fue cambiando, su manera de ver las cosas tuvo otra perspectiva y casi siempre son los que les pesa más que la semana se termine y ya no haya otra oportunidad de seguir escuchando más.
El otro día tuve una agradable sorpresa con uno de los estudiantes; un ingeniero que por más de tres años estuve invitando para que asistiera al curso y por una u otra causa siempre lo posponía, hasta que algo pasó y tuve la suerte de verlo en uno de los grupos.
Casi un año después de aquella experiencia, se presentó en mi oficina. Mostraba aquel hombre una cara radiante, dichoso, sonriente, cuando lo vi entrar y al darle un abrazo de saludo me dice con una profunda emoción: “No sabes Germán, de que pozo tan profundo me sacaste” y luego me explicó una serie de situaciones por las que estaba pasando, pero que gracias a los conceptos del curso, había logrado que todo cambiara.
Desde luego que esa es solo una situación real, que todos podemos cambiar, pero lo cierto es que no a todos les funciona igual, pues algunos “sí quieren” salir del pozo donde se encuentran, mientras otros todo lo que hacen es remolinearse en la silla, o en el lugar donde se encuentran pero no se deciden a dar el brinco.
“Si mi situación actual depende de mí pasado y mi pasado no lo puedo cambiar, ¿estaré sentenciado a seguir así…?”. Esta nueva frase si la analizamos detenidamente, nos puede dar un mensaje muy profundo del comportamiento de nuestra vida pasada.
“Si mi situación actual…” Es decir, si la manera como ahora estoy viviendo la vida, una vida llena de pobreza, de miseria, de limitaciones, llena de enfermedades, de tragedias, etc., y todo lo justificamos “Porque así nos lo enseñaron”, “Porque no puede ser de otra manera”, etc., ¿Estaré entonces sentenciado de por vida a seguir así…?, ¿Ya no habrá remedio…?, ¿Ya nos tocará sufrir…? ¿Cuál es la respuesta? NO!!!, NO!!! Claro que no!!!, si hemos seguido con atención la lectura hasta aquí, si lo hemos analizado, si lo hemos meditado, comprendido, pero lo más importante, “Si lo hemos puesto en práctica”, creo definitivamente que no “tenemos porque seguir así”. Continuará…
Dios te bendice y te acoge!!!
Despertar…es.
“La esperanza es algo bueno, tal vez lo mejor. Y lo bueno nunca muere. Estaré deseando que estas palabras te encuentren, y te encuentren bien”. A la luz de nuestras familias, decía Jesús, “No me digas que me amas, dime como vives”. “La familia que ora unida, permanece unida”. INICIATIVA LAGUNA un proyecto de valor y de valores para los laguneros y el MUNDO!!! Estoy a sus órdenes en la dirección electrónica: www.facebook.com/iniciativalaguna.comarcalagunera/ A través de Twitter: @Germandelacruzc Lo invito a visitar mi blog con más de 480 artículos de su interés: www.familia.blogsiglo.com
“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”
Germán de la Cruz Carrizales
TORREON, COAH. MÉXICO
MMXVIII