Continuación…
Con esta programación de “deberá ser mujer” posiblemente estamos hablando de homosexualismo. De esos seres que por fuera son hombres, con sus formas físicas de hombre, sus órganos físicos de hombre, necesidades de hombre, pero mentalidad de “mujer”.
Pero tal vez suceda todo lo contrario, hombres que no se sienten hombres y tienen que estar demostrando constantemente que son “muy hombres”. ¿Cómo lo demuestran? Siendo muy agresivos, muy mujeriegos, muy responsables, muy estrictos, muy perfeccionistas, golpeadores de mujeres, teniendo hijos por todos lados y que además todo el mundo sepa que los tienen, pues ellos quieren estar oyendo constantemente a las personas que están a su lado: “como es hombre fulano” porque luego no se sienten hombres y quieren que se los estén repitiendo y repitiendo.
También en esta programación puede, en un momento dado, encontrarse un problema de origen sexual, pues cuando ese “hombre” se casa y tiene que intimar con su mujer, en su subconsciente está cometiendo un acto de lesbianismo, pues en su mente él es “mujer” y la manera de evitar esa situación, es convirtiéndose en un “impotente” sexual.
Es muy común oír los comentarios de las señoras casadas, quejándose de la poca atención que en este aspecto les brindan sus esposos y que en muchos de los casos son la consecuencia de los adulterios y hasta divorcios entre esos matrimonios.
La mujer “necesita” cariño, ternura, pasión, así como también amor físico, pero al no obtenerlo de su esposo, se empiezan a crear las condiciones para que “otro” tenga la oportunidad de complacer a esa dama necesitada. Ésta, al sentir la diferencia del trato entre su nuevo amor y el esposo, en muchos de los casos, se inclina por el cambio.
Lo que esta señora no comprende es que posiblemente este nuevo hombre, también este manejado por la misma programación y pronto vuelve a sufrir la misma decepción y a buscar otro… y otro… y otro.
Con la experiencia que he tenido al platicar con infinidad de parejas, he encontrado que en muchos de los casos, la mujer nació programada para “hombre” y el esposo programado para “mujer” y los egos de esos cónyuges, en su afán de complementarse, se atraen entre sí para formar la pareja.
Los “hombres” programados para “mujer” buscan inconscientemente a “mujeres” programadas para “hombre” y se forma la pareja. Ahora vemos esos matrimonios, donde la que toma las decisiones, la responsable de las cosas del hogar, la que sale al frente en situaciones difíciles, etc., es ella.
En cambio el hombre es el que se encarga de regar las plantas, de lavar la loza, de hacer las tortilla de harina, de cuidar los detalles del hogar, incluso, es el encargado de comprar las provisiones de la semana, etc., etc., y de esa manera se equilibra al equipo en el hogar.
La realidad es que el “hombre” es él, y en un momento dado empiezan a surgir las diferencias, las reacciones del ego, pues en muchos de los casos la señora hace sentir inferior a su marido, no le da su lugar ante los extraños, se queja del poco carácter que tiene, y lo más dramático y traumante es que frente a sus propios hijos, lo denigra, diciéndole: “el bueno para nada de tu padre”, “ese hombre que no se sabe fajar los pantalones”, “lastima, ¡tan hombre que parece!” y tantas y tantas expresiones que oímos en las conversaciones de grupos.
Así que ante esta situación, pronto surgen las discusiones, los insultos, los desprecios, que hacen que ese matrimonio se convierta en un verdadero infierno y el único camino viable será el de la separación o el divorcio.
Ahora, por medio de las noticias, nos damos cuenta de que cada vez es más común la operación para cambiar de sexo a las personas, pues en un momento dado, hasta esos extremos nos puede llevar la programación. Hay una película llamada “El transexual’, en la que se muestra un caso en donde van explicando paso a paso, desde el momento en que el individuo toma la decisión de transformarse de hombre a mujer y el médico y el psicólogo encargados del caso, hacen comprender al espectador todo lo que va sucediendo en la persona, tanto en su físico como en su mente.
Cuando ya se ha llegado a un punto, en lo que todo lo que falta es practicar la vaginoplastia, es decir, cambiar el órgano sexual masculino por el órgano sexual femenino, llega el padre a platicar con el hijo, que ya a esas alturas, tiene toda la forma de mujer, y le hace la pregunta a su padre: ¿Y mi madre que dice, papá? ¿Por qué no vino? Y el padre le contesta, -está muy molesta por tu decisión, por eso no vino- contesta amoroso el padre. ¿Y tú qué piensas papá?
La realidad, hijo –le asegura el padre- es que yo siempre quise una hija. Posiblemente ahí estaba la respuesta a ese joven, que sin saber por qué, él deseó tanto ser mujer, hasta que la ciencia médica se lo concedió.
Cuando las personas en los cursos me preguntan que si pueden tener una plática privada conmigo, les digo que solo hay que sacar una cita a través de la dirección electrónica aquí publicada al pie de la página, pues por los múltiples compromisos viajo constantemente y a veces no estoy en la ciudad.
Continuará…
Dios te bendice y te acoge!!!
Despertar…es.
“La esperanza es algo bueno, tal vez lo mejor. Y lo bueno nunca muere. Estaré deseando que estas palabras te encuentren, y te encuentren bien”. A la luz de nuestras familias, decía Jesús, “No me digas que me amas, dime como vives”. “La familia que ora unida, permanece unida”. INICIATIVA LAGUNA un proyecto de valor y de valores para los laguneros y el MUNDO!!! Estoy a sus órdenes en la dirección electrónica: www.facebook.com/iniciativalaguna.comarcalagunera/ A través de Twitter: @Germandelacruzc Lo invito a visitar mi blog con más de 480 artículos de su interés: www.familia.blogsiglo.com
“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”
Germán de la Cruz Carrizales
TORREON, COAH. MÉXICO
MMXVIII