PARA EMPEZAR
ENVIDIABLE
Cuando Santos Laguna anda mal en la tabla, es muy difícil resaltar sus virtudes como institución. Hoy a las puertas de una nueva final contra Toluca, cualquier halago pasa la aduana hasta del santista más crítico. No quiero ser oportunista y sé que lo importante es ir por la sexta estrella, sin embargo, pienso que es necesario señalar las virtudes y que la cosecha de resultados que hoy tiene el equipo lagunero son consecuencia de siempre trabajar con un proyecto y no parar de invertir en la cantera.
Creo que hoy es tiempo de terminar con esa incertidumbre que invadió a muchos aficionados cuando el equipo fue adquirido por Grupo Orlegi. Es tiempo de dar por bueno este estilo de combinar gente joven con algunos fichajes de experiencia y redondeado con apariciones de jóvenes hechos en casa. Se hablaba hace un año que este estilo de trabajar tenía tendencia al hundimiento y descenso, yo nunca lo compartí y en su momento lo dije a pesar de las mentadas, hoy sigo creyendo que este estilo más siendo inteligentes al fichar tiene tendencia más bien al éxito.
El aficionado siempre estará en su derecho de exigir y haría muy mal en no hacerlo. De ninguna manera mi mensaje es de que se acepte todo lo que se haga, para nada, simplemente es una respetuosa petición para deshacernos de fantasmas y crecer junto con un equipo que está de pie y en ascenso. Basta de inventar que el Estadio Corona no pesa, de enojarse por las selfies, de añorar un estadio y una afición que ya no están; basta de autollamarse la cantera del América, de pensar que se trabaja para ellos, de cuestionar cada renovación de jugadores; basta de querer gente candidata a Mr. Amigo y no gente efectiva en las oficinas del club, ¿qué más da?
En esta liguilla contra Tigres y América se demostró que si el santista toma las riendas, los jugadores conectan y se vuelven un equipo muy difícil de vencer, si viéramos más seguido el Corona así, el Santos sería candidato a ser campeón cada torneo. La afición debe sentirse parte fundamental de esto y darse cuenta que la grandeza está a la vuelta de la esquina si lo que pasa en liguilla se hace constumbre.
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