Y TÚ, ¿ALGUNA VEZ TE HAS SENTIDO SUPERIOR?
Por Gerardo de la Garza Ortega
Conferencista, Motivador Profesional y Director de MOTTIVARE
¡…con la fuerza de la palabra!
Ésta es la historia de un guerrero samurai, inspiradora al 100, que deja mucha enseñanza. Y, ¿qué crees? Pues, el chistorete de costumbre…, si anda por estos rumbos…
¡Hola! ¿Cómo te va? Mi amigo y distinguido lector. Espero que tengas un día excelente y maravilloso.
Aclaro, no me refiero a la canción de José Alfredo, “Paloma Querida”, que dice: “me sentí superior a cualquiera…” No es por ahí. Vamos a la narración.
Hete aquí, que llega de visita a su maestro, un guerrero samurai. Famoso, bien conocido por el pueblo y por todo el país, héroe de muchas batallas, muy valiente, y de aspecto señorial, perteneciente a las huestes militares del reino.
Cuando llega al lugar donde se encontraba su maestro, sintió una pesadumbre interior que lo hizo sentirse inferior. Yo venía muy bien, pero al entrar a tu entorno, inmediatamente nació en mí, ese complejo de inferioridad.
¿Por qué, maestro? ¿Qué está pasando? Y el maestro, muy juicioso, le contestó: Espera a que se vayan todos, luego, te explicaré el por qué de tu reacción al entrar aquí. Siguió el desfile interminable de gente que venía a platicar con su maestro.
Pasadas las horas, ya entrada la noche, cuando la gente ya se había ido, que lo fue haciendo poco a poco, dejando la habitación completamente vacía, el guerrero le pregunta a su maestro, ¿me puedes contestar ahora?
“Mira por la ventana esos dos árboles”, que se observaban con claridad, gracias a la luna llena que estaba manifiesta en esa noche, “cada uno tiene su propia forma de ser, uno alto, grande, frondoso, con muchas ramas, mientras que el otro, era pequeño, casi arbusto, y siempre han estado ahí, los dos, toda mi vida.”
“Yo no he oído que el pequeño le diga al grande que se siente inferior. Jamás lo he oído diciendo eso. ¿Y sabes por qué? Muy sencillo, porque no pueden, ni deben compararse. No hace falta que me preguntes, ya entiendes la respuesta.”
Como dicen por ahí, en la sabiduría propia de los dichos, “toda comparación es odiosa”. Y tiene razón. Las comparaciones son las que crean la inferioridad o la superioridad. Cuando no comparas, todo desaparece.
¿Qué quiere decir? Qué eres. Que estás ahí, cumpliendo un propósito. No importa el tamaño que tengas, eres quien eres. Además, eres necesario. Observa todas las cosas, y todas, cada una en su medida, pero todas son necesarias.
Y otra cosa, todas encajan entre sí. Porque unas sirven para otras, y las otras, sirven a las primeras. De un modo u otro, todas sirven. Es una unidad orgánica en toda la naturaleza, nada es superior ni inferior, ninguna planta es más alta o más baja, cada una, es única e incomparable. Como los seres humanos…
Y tú, ¿alguna vez te has sentido superior?
Sigo con el chistoretillo prometido.
En el consultorio de un médico:
- Doctor, trabajo como mula, me alimento como pajarito (prehistórico…, diría yo), respondo como un gallo, pero no de pelea, y me siento como un gusano…” ¿Qué me aconseja?
- Que consulte con un veterinario… ¡¡¡jejejejejejejejejejeje!!!
Cierro como siempre, “y a seguir pataleando…, ¡porque no hay de otra!
Bibliografía consultada:
Más de 90 Lecciones para Elevar tu Autoestima. Colección Literatura de Superación. Corporación Gráfica Chirre. (Adaptación realizada por Gerardo de la Garza Ortega)
500 CHISTES para TODOS.
Las imágenes se obtuvieron de los siguientes sitios de internet:
http://maestrasinfronteras.blogspot.com/2012/02/consejo-al-samurai.html
https://www.mundonuevo.cl/arboles-ideales-para-plantar-en-tu-vereda/
https://deconceptos.com/ciencias-sociales/gentio
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