Y TÚ, ¿ESTÁS DISPUESTO A SACRIFICARTE POR TU PATRIA?
Por Gerardo de la Garza Ortega
Conferencista, Motivador Profesional y Director de MOTTIVARE
¡…con la fuerza de la palabra!
El estoicismo y la valentía de un humilde campesino, nos da una lección, que muchas veces no sabemos aquilatar la importancia que tiene el amor a la patria. ¡Al igual que un coahuilense de corazón!
¡Hola! ¿Cómo te va? Mi amigo y distinguido lector. Espero que tengas un día excelente y maravilloso.
No quiero profundizar en el tema político, porque no es el objetivo de la columna, pero si se toma esta historia como una arenga para las próximas elecciones, con el objetivo de demostrar tu amor a México, pues tómese el escrito de hoy como tal.
Esto sucedió en un país no cercano al nuestro. Pasó en el Perú. Ellos también buscaron la independencia de su país, que estuvo gobernado por los españoles quienes vinieron también, a conquistar el Perú, comandados por Francisco Pizarro.
Pero en los entresijos de los sucesos históricos de aquella época, aparece la figura de un humilde pescador, llamado José Olaya. Quien demostró una fuerza de voluntad a prueba de todo, incluso de las balas. Prefirió morir antes que delatar a los patriotas que le dieron la independencia a su país.
Cuando estalló la guerra de su independencia contra España, apoyó a los libertadores, ya que servía de enlace entre la lucha de los patriotas contra los españoles. Como fuera, a pie, nadando, del modo que fuera, él se encargaba de hacer llegar la información a los patriotas libertadores.
Pero, hete aquí que, un día de junio de 1823, los españoles lo descubrieron como espía que era, y lo apresaron, para que “soltara la sopa”, con buen trato y buenos modales, pero él no dijo ni media palabra.
Entonces, recurrieron los españoles a grandes promesas, o incluso, a los tormentos para que hablara, pero no, él no quería hablar y no lo hizo. Finalmente, el General Realista Ramón Rodil, ordenó su fusilamiento. Antes de ser fusilado, el valiente pescador exclamó:
“Si mil vidas tuviera, gustoso las daría, ¡antes de traicionar a mi patria!
Estos son…, ¡deseos y amor a su patria!
A propósito, Coahuila tu estado, también tiene un héroe, un caudillo que defendió a su pueblo del ataque de los españoles. Él fue el último caudillo huauchichil llamado Zapalinamé, que pertenecía a una comunidad instalada en la zona de Saltillo.
De este lugar se cuentan muchas historias, pero hoy me voy a referir a una de las más importantes, si no es que, la más importante para este valiente guerrero. Cerca de la zona donde vivía, venció a los conquistadores españoles instalados en un fuerte, donde ellos capturaron a pobladores indígenas para venderlos como esclavos a los nuevos dueños de las minas. Todo esto sucedió en el siglo XVI.
Al enterarse Zapalinamé que habían capturado los conquistadores españoles a mujeres y niños, fue tal su coraje, que invadió el fuerte con una cantidad muy disminuida de acompañantes, descubriendo en su invasión, que los rehenes habían sido asesinados.
Dando origen esta leyenda al lugar denominado “Panteón del Indio”, que se ubica cerca del Camino Real, rumbo a Monterrey. La historia dice que este valiente hombre sucumbió ante los españoles, al haber sido infectada la comunidad de gripe por los ibéricos, arma que usaron para dominar a la comunidad indígena.
Así murió un entrañable personaje, Zapalinamé, ¡un coahuilense de corazón!
Y tú, ¿estás dispuesto a sacrificarte por tu patria?
Cierro como siempre, “y a seguir pataleando…, ¡porque no hay de otra!
Bibliografía consultada:
¡QUIERE Y PODRÁS! ABC de la Voluntad. Colección Literatura de Superación. Compañía Editora CHIRRE.
MÉXICO Tierra de Leyendas. Leyendas de cada estado. Mario Villagrán. Editores Mexicanos Unidos, S.A.
Las imágenes fueron obtenidas de los siguientes sitios de internet:
http://adonde.com/turismo/infogeneral.htm
http://www.paratodomexico.com/estados-de-mexico/estado-coahuila-de-zaragoza/municipios-coahuila.html
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