@@CLIMA@@

Paradox

César Garza
César Garza

“No hay hombre solo, porque cada hombre es un microcosmos y lleva todo el mundo en él.”

Thomas Browne

 

 

   Logras filtrar un mensaje de tu interés, en la vorágine diaria de datos disfrazados de información que la era digital pone en tu móvil, en tu PC, en tu Tableta, por hablar del hardware. En cuanto al software, en tus diversas cuentas de correo y aplicaciones cómo Facebook, LinkedIn, Instagram, Pinterest y algunas otras. Se trata de un Simposio de escultura en mármol y madera; decides mandar un proyecto cuyas imágenes te han estado rondando desde hace días en lo que reconoces como parte del proceso creativo que tratas de vivir cada día y que casualmente, si es que existieran las casualidades se ajusta a las bases del encuentro.

   Un mes después recibes la notificación de que fuiste aceptada, bueno, ahora habrá que resolver los aspectos prácticos para dejar por una temporada el trabajo, la familia, ver lo de los traslados, hospedajes y todas esas minucias que son necesarias para viajar y trabajar en lo que te gusta, en lo que te define.

   Tu proyecto se llama Paradoja, pretendes mostrar una pieza que represente las paradojas que se presentan tanto en el arte cómo en la vida, propusiste trabajar un material duro como el mármol buscando darle una forma que invitara a la fragilidad, a la liviandad, una pluma. También trabajarías la madera, un material suave que representaría una especie de columna y que además soportaría a la piedra interviniendo otro concepto, el del equilibrio. Buscarías que los centros de gravedad tanto de la piedra como la madera estuvieran alineados para lograr el efecto deseado y que el conjunto tuviera la suficiente firmeza para ser implantado en cualquier lado.

   La escultura siempre te ha gustado, liberar formas que se encuentran atrapadas en un material te hace sentir bien, inicias con retirar grandes bloques de piedra, utilizas una máquina de 12 pulgadas, es pesada, hay que estar concentrada y tener cuidado, en ocasiones se puede presentar algún rebote del disco, un accidente pues, te ha tocado ver algunos, tú ya los has tenido aunque han sido menores. Para el trabajo más fino utilizas la máquina de 4.5 pulgadas, después pasas a los martillos neumáticos y manuales, alternas los equipos y herramientas dependiendo la parte que estés trabajando, disfrutando, liberando, concentrada, eres la máquina, el disco, el cincel, la piedra, el polvo que se desprende, eres la pluma.

   Te entregan un pedazo de tronco, hay que comenzar por quitarle la corteza, insertas en su piel la afilada cuchilla formando un ángulo de unos 15 grados, empujas, la corteza cede, la retiras, repites la maniobra, una y otra vez hasta que una dermis clara y homogénea aparece, comienzas a lijar, pasan minutos, horas, el tiempo deja de ser referencia. Imaginas cómo sería la vida antes de que el ser humano se preocupara por medir el paso del tiempo, una más tranquila, piensas, acaso más respetuosa con la naturaleza, sin las presiones que la medición del tiempo impone a las sociedades.

   A lado del tronco va quedando la corteza, te tomas un descanso, bebes agua del río, es deliciosa, el olor a madera y tierra mojada es infinito, te sientas, tomas un pedazo de esa piel arrugada que acabas de retirar, cierras los ojos y en un gesto íntimo, la llevas a tu nariz dándole a tu olfato el mayor compromiso, te llevas en tu memoria ese tesoro de la tierra. Abres los ojos, ahora observas con detenimiento, te parece descubrir en la parte interna algunas figuras, un código acaso, algunos patrones se repiten. Si, vestigios de otra forma de vida están ante ti, la de seres minúsculos que no habías imaginado y cuyo hogar has profanado en un esfuerzo creativo, vaya, recibiste un regalo, la paradoja es poderosa.

Fotos más vistas en 15 días