PARA EMPEZAR
CERTEZAS SIN TRIUNFALISMOS
Quien no reconozca que esperaba una derrota de Santos ante Rayados este sábado pasado muy probablemente esté mintiendo. Los que pronosticaron una victoria guerrera hicieron eso, un pronóstico, un pronóstico seguramente basado en la ilusión y en no querer imaginar lo terrible que hubiera sido perder otra vez contra un rival regio. Además de la estadística aplastante de no ganar contra Rayados en Liga en territorio neolonés desde hace 18 años, se unían las ausencias de casi todo el cuadro bajo de los guerreros aparentemente por estar infectados de coronavirus, es decir, estaba en chino incluso traerse un punto de allá.
Desde que arrancó el partido se vio a un Santos convencido a ir por el partido, el "tratar de ganar como sea" que un servidor había anticipado en Twitter no apareció, el equipo de Almada a pesar de las ausencias traía un guión claro y una estrategia para ganar, sin miedo, sin dar la sensación de ir por el puntito famoso. Rayados golpeó primero y yo pensé que ahí se derrumbaba el Santos, pues no, al contrario, resurgió incluso con más intensidad y más presión alta que rápidamente les dio el premio merecido del gol del empate. Después Santos perdonó al Monterrey, hasta un penal fallado hubo. Santos mereció el triunfo y un capricho del futbol en un rebote le quitó dos puntos y la felicidad del deber cumplido más el premio.
Fecha tres apenas, festejar un empate sería un verdadero exceso pero sin lugar a dudas en el futbol hay actuaciones donde los equipos dejan certezas, certezas que son las bases para lo que viene. Después de la noche del sábado quien dude que Guillermo Almada trabaja y está en lo suyo simplemente no quiere ver la realidad, una realidad de la que muchos no estábamos convencidos. Quien hoy aún dude que Fernando Gorriarán es un excelente jugador multifuncional simplemente anda en otro planeta. Quien no vea que Santos tiene un estilo que cada elemento del plantel entiende y ejecuta, no vio el partido del sábado.
Esto apenas empieza pero lo del sábado era una gran prueba sobretodo para el técnico uruguayo y Guillermo Almada la ha aprobado con excelencia, olvídese del resultado, cualquier otro técnico que usted me diga hubiera salido a cumplir y a declarar en zona mixta que llegaron condenados por las ausencias, Almada no hizo eso, trabajó con lo que tenía disponible y convenció a los que jugaron que podían rendir en la posición que les asignó, eso solo se logra con trabajo y con capacidad de convencimiento, dos cosas que solamente los grandes técnicos tienen.
Jueves en CU otra gran prueba contra el América, si somos responsables deberemos analizar pase lo que pase desde éstas certezas que nos dejó el Santos en el partido del pasado sábado.
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