Elecciones 2021

Unas elecciones históricas son las que sin duda se vivieron el pasado domingo a lo largo y ancho del país. Elecciones que desde siempre están cargadas de intereses y que cada año se vuelven cada vez más, digamos, “increíbles”; cada que hay votaciones surgen un sinfín de candidatos quienes ni de broma pensábamos que podrían postularse a un puesto político tales como luchadores, actores/actrices, cantantes, futbolistas y cien etiquetas más de personajes que la ciudadanía reconoce. 

Existen de todos los casos, algunos más lamentables que otros y unos más que rayan en lo “gracioso” (o en lo triste, como se le quiera ver). Entre los lamentables, tenemos el de Cuahtémoc Blanco, quien después de ser futbolista, hasta de actor la hizo y en la política no le fue nada mal consiguiendo la gubernatura de Morelos; esas sí que son campañas de marketing. Dentro de los graciosos, el de la tan famosa y polémica cantante Paquita la del Barrio, quien contendió por la diputación del Distrito 8 de Misantla, Veracruz en las recientes elecciones y obtuvo solamente un rotundo fracaso tras su paso por la política. 

Cabe mencionar que habitualmente son partidos políticos ‘nuevos’ o de poca estructura los que abusan de este tipo de personajes, como el caso anterior, donde Movimiento Ciudadano creyó que la intérprete de ‘Rata de dos patas’ daría buenos resultados, aunque la lucha se le hizo y tal vez que la gente volteara a verlos en esa entidad era el objetivo. Sin embargo, el caso más contrastante al anterior, por el mismo partido, es el de Samuel García, quien ganó la gubernatura de Nuevo León y no tomó por sorpresa a muchos, a leguas se veía venir ese resultado, pero lo increíble es que su campaña se basó en burlas y ‘memes’ en redes sociales, lo cual es preocupante. Me es difícil entender que un personaje que se conoce más por ser el ‘fosfo, fosfo’, genere más reacción en la ciudadanía a tal grado de votar por él debido a esas cuestiones, que por las propuestas reales de él mismo o de algún otro candidato. Parece ser que en el plano nacional ya no importa tanto el partido, sino el personaje, ahora hasta Blue Demon Jr. quería ser alcalde gobernando con máscara y sin decir su nombre real y pues así como que no se puede.

En fin, como los anteriores están muchísimos casos más como los de Tinieblas, el Bofo Bautista, Alfredo Adame y un largo etcétera que no vale la pena mencionar. La democracia se vuelve cada vez más una mofa, pero mucha de la culpa la tenemos los ciudadanos; en primer lugar el abstencionismo siempre ha marcado una clara diferencia entre los resultados y lo que la ciudadanía quiere. En segundo, el voto consciente cada vez es más escaso y los partidos políticos lo saben, por eso generan esas estrategias que parecen una burla pero que al final funcionan. Cosa de ponernos a pensar.