Desde el inicio de la presente administración federal se ha reportado el desabasto de medicamentos para el tratamiento del cáncer infantil principalmente. Es decir, no hay suficientes para llevar a cabo las quimioterapias que se tienen programadas a estos pequeños pacientes, lo cual de inicio ya es un tema delicado y de especial atención por parte del gobierno.
Ante lo anterior, Andrés Manuel López Obrador acepta dicho desabasto, pero a su vez trata de justificarlo diciendo que todo se trata de un sabotaje por parte de las 10 empresas que acaparaban la venta de los medicamentos al gobierno. Empresas, según el jefe del ejecutivo, ligadas directamente con políticos que, a su vez, ‘vendían las medicinas’, es decir, que había jugosos acuerdos que nunca permitieron comprar medicamentos en el extranjero debido a que las pérdidas monetarias que estos personajes sufrirían si esto sucediera no eran una opción.
Así, según López Obrador, se decidió cambiar el esquema de compra de medicamentos y se contrató a la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) para que gestionara las compras a nivel mundial relacionadas con el sector salud, evitando así la corrupción alrededor del tema y asegurando su abastecimiento, aunque claro queda que es dicho abastecimiento el que ha brillado por su ausencia desde la administración AMLOista.
Mientras tanto, quienes sufren estos ‘cambios’ y reformas al modelo tradicional son precisamente los enfermos y sus familiares, quienes cansados por las promesas del gobierno y los plazos nunca cumplidos para la llegada del medicamento han optado por manifestarse y exigir se le dé solución a sus casos… algo completamente natural y hasta lógico e inevitable; ver sufrir a tu pequeño por falta de insumos que el gobierno debería proporcionar para su tratamiento, sin duda debe ser algo frustrante y aún más cuando no se tienen las capacidades económicas para comprarlos en hospitales particulares.
Pero la cereza del pastel sin duda han sido las declaraciones que Hugo López-Gatell dio en Chamuco TV, en las que desestima la problemática insinuando que todo es una farsa encabezada por grupos de poder derechistas a nivel mundial para poder lograr un golpe de Estado… hágame usted el favor. Y eso no es todo, también sentenció que si el problema fuera tan grande ¿por qué sólo 20 personas son las que se han manifestado desde el principio del sexenio?
Como era de esperarse, las críticas de inmediato comenzaron a inundar medios y redes sociales, hasta que por fin se pronunció ante el tema y, contrario a lo dicho en el párrafo anterior, su postura cambió diciendo que están solidarizados con las familias de los afectados y que tienen una razón legítima para manifestarse. ¿Osea que entonces las 20 personas siempre no son una farsa? ¿Entonces el desabasto sí es real? No entendí. En fin, para rematar siguió en su postura acusando a los medios de comunicación de distorsionar sus dichos.
No cabe duda de que a veces querer ‘arreglar’ un problema que a ojos de todos es claro no deja nada bueno y al contrario genera más, pero lo cierto es que ‘haiga sido como haiga sido’ las soluciones no llegan y no se ve para cuándo llegarán.
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