Paquetería nacional

Durante la pandemia de nuestra época hemos visto desaparecer a muchas empresas, sobre todo a pequeñas y medianas. Desde tiendas de esquina, lugares de comida, bares del barrio, empresas de consumo y servicios y las que aún faltan. Pero justo ahí es donde ha surgido la oportunidad para otras, tal es el caso de Mercado Libre (ML), empresa con sede en Argentina y que nadie le puede reclamar el título de la tienda de habla hispana más grande del mundo. Esta semana anunció que para finales de 2021 duplicará su plantilla laboral, pasando de 15 mil 500 empleados que tuvo a finales de 2020 a casi 32 mil, para atender la demanda de compras en línea que tanto se dispararon en los últimos meses.

ML además anunció una inversión de 1100 millones de dólares en México para este año, con el fin de aumentar sus bodegas de almacenamiento, logística de reparto y tecnología financiera. Es cierto que Mercado Libre es la empresa latinoamericana de venta en línea más grande, pero aún es pequeña en comparación con el Titán que es Amazon. Por poner en perspectiva, los ingresos en el último cuatrimestre de Mercado Libre fueron de 1.1 mil millones y de Amazon de 96.1 mil millones; es decir, la empresa de Jeff Bezos ingresa 87 veces más. Aún así, en nuestro país las preferencias de compra sobre uno y otro no son tan dispares: según la Asociación Mexicana de Internet hasta el cierre de 2019, el mercado del comercio electrónico estaba repartido de la siguiente forma (primeros cinco): Amazon 13.4%, ML 11.4%, Coppel 4.7%, Walmart 3.7% y Liverpool con 3.4%. Habrá que ver cuando saquen el resultado del estudio de 2020 para ver cómo se movió, pero seguro que crecieron esos porcentajes y de esas empresas.

Desde 2019 Amazon ha impulsado su programa de entrega de paquetería, en Estados Unidos desplegó un programa de apoyo a empleados con hasta 10 mil dólares para creación de empresas de reparto. Luego, en todo el mundo, ha hecho convenios con pequeñas empresas que entregan “en la última milla” y es como ha dejado de depender de grandes paqueterías tradicionales, como FedEx, UPS, DHL. ¿Alguien recuerda la emoción, hace algunos años, de las primeras veces que recibías un paquete? normalmente venía con alguna paquetería de toda la vida. Hoy, seguramente viene en caja de “Amazon” o de “Mercado Libre” y quien te entrega puede llegar lo mismo en una vagoneta de entrega, en una motocicleta o en bicicleta. Esto es, porque han invertido en sus entregas de larga distancia (las dos empresas tienen aviones propios de carga) y en los puntos finales. 

Lo triste de todo esto es que nuestro sistema nacional de mensajería, Correos de México (antes llamado SEPOMEX) es una caricatura comparada a la logística y eficacia con que se manejan las otras paqueterías. En otros países los gobiernos le han invertido a sus empresas de entrega y tienen convenios directo con empresas como Amazon, de tal forma que se benefician y crecen, porque a pesar de que podamos comprar a cualquier hora desde la comodidad de nuestro celular, hasta ahora hay una persona que llega a nuestra puerta y deja el paquete. En Correos de México, si compras algo digamos que viene de China, puede tardar un par de meses en llegar a CDMX y de ahí un mes o más en llegar a su destino dentro de la República Mexicana, o nunca llegar. Además, en mi experiencia, en 3 de 4 oficinas postales a las que he acudido el personal actúa como si te hiciera un favor (que si te lo hace al buscar tu paquete), de manera poco amable y con fastidio. A lo mejor sólo a mí me ha pasado. Hace poco un amigo -sin agraviar- me envió café de grano, de la salida de la oficina de Xalapa a la oficina de distribución, tardó 15 días. Así que tuve mi café en unos 40 días desde que me lo envió. Algo que compré recientemente que venía de USA pedido un lunes llegó al siguiente viernes, aún pasando por aduanas. ¿Se puede o no se puede?

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La reina ahí sigue, incólume. 

¡al pesebre... fieras!