Procesador M1 de Apple

En la semana se presentaron productos de Apple para el mercado de consumo: una delgadísima iMac y una suerte de localizador de objetos llamado AirTag, además de la renovación de los iPad Pro. En el caso de su computadora de escritorio más allá de la cuestión estética, es que aumentaron el tamaño de la pantalla visible, mejoraron el ruido (ahora prácticamente imperceptible) y equiparon el CPU con su moderno procesador M1 que han empezado a desplegar desde hace meses con las computadoras portátiles, el corazón del procesamiento basado en tecnología ARM que aparte de su bajo consumo energético (laptops de hasta 18 horas de autonomía), son bastante rápidos y eficientes y que vinieron a suplir los fabricados por Intel.

Para programas de edición de fotografía con Lightroom y edición básica de video con Davinci Resolve, una Macbook Air con el nuevo procesador fácilmente rivaliza con una PC de escritorio con procesador i7 de sexta generación, 32 GB de RAM y tarjeta dedicada de video Nvidia (8 GB). En pruebas de uso cotidiano que estuvimos realizando durante algunos días, resulta que compiten fácilmente, incluyendo en el precio, con la ventaja que una portátil la puedes traer contigo.

Anunciaron también nuevos iPad con el mismo procesador, a mi parecer ya no le veo sentido a las tabletas desde hace tiempo: si es cierto que el iPad te permite cómodamente consumir contenido, nunca han sido buenos dispositivos para generarlo. Apenas contar con un teclado externo o una funda con teclado, que la encarece innecesariamente. Sobre todo porque la portátil de la marca pesa muy poco y tiene muchísima autonomía, hay pocos rivales en el mercado por ahora. Pero eso es parte de lo que beneficia al usuario: el hecho que haya competencia y nuevas tecnologías. Entonces creo que se acostumbra uno a una tableta con las limitaciones que ahora tienen (software) o se tiene una buena laptop, pero no vale la pena tener ambas.

Hace casi un año que Apple mencionó que abandonaba a Intel, dio un golpe sobre la mesa donde tuvieron que poner atención todos: se fortalecía la tecnología de ARM. Todo les ha salido y ciertamente con el uso del nuevo procesador que incluye los núcleos de aceleración gráfica (GPU), es todo mucho más rápido de usar en sus computadoras. Poco a poco las firmas de software están migrando también sus aplicaciones para que se ejecuten de manera nativa en la “nueva” arquitectura, tomando las bondades del procesador y explotando al máximo los recursos que tiene disponibles. Esa es la diferencia entre lo que hace esta empresa y lo que hacen los de enfrente: para el desarrollo de aplicaciones son bastante estrictos, tienen un férreo control de calidad en cuanto a cómo se debe programar y en qué se puede usar para bien y para mal, de lo que también se publica en la tienda de aplicaciones, la AppStore. Entonces, teniendo control del software (programas) con el hardware (fierros) es como tienen un buen rendimiento en sus dispositivos, que ciertamente no son baratos pero para ciertas tareas valen la pena.

Así entonces por primera vez una tableta tendrá prestaciones iguales o superiores a cualquier PC del mercado, para diseño y manejo de video/fotografía son muy eficientes, aún con archivos RAW de gran tamaño. No tiene rival en comparación con las tabletas del mercado, que siguen usando procesadores de celular. ¿Necesitamos tanto poder de procesamiento?

Sobre los AirTag, esos pequeños dispositivos del tamaño de una moneda de 10 pesos que sirven para localizar objetos… no se si valgan la pena. Cuestan 749 pesos cada pieza y se anexan a un bolso, llaves, o casi cualquier cosa y entonces desde la aplicación es posible localizarlos. ¿Vale la pena o mejor hacer ejercicios para mejorar/mantener la memoria?.

Amparos por datos biométricos

Ya han concedido los primeros amparos para no proporcionar los datos biométricos por tener una línea de teléfono celular. Seguramente en siguientes fechas se harán muchos más, sobre todo porque grupos de abogados han liberado formatos para llenar y firmar, que no están exentos de tener que llevarlos físicamente a las oficinas del Poder Judicial Federal para su recepción e inicio del juicio de amparo, en caso de aplicar.

¡al pesebre... fieras!