El pasado 2 de febrero se abrió el registro para recibir la vacuna contra el COVID-19 en México. Ante las críticas de que el sitio se ha saturado dejando de responder, el subsecretario Hugo López Gatell lo calificó como una consecuencia del “gran entusiasmo” por ser vacunados, cuando la palabra debió ser desesperación en muchos casos o como mínimo urgencia.
Lo cierto es que históricamente los sitios de gobierno para registro de datos o pagos (salvo algunas contadas excepciones) son extremadamente torpes y lentos.
Lo que he visto a través del tiempo, es que las personas que están encargadas de las áreas de tecnologías de la información en gobierno no necesariamente son expertos. Me explico: para algunas áreas administrativas y/o de estrategias se requiere que sea dirigida por un experto teórico en administración pública, financiera o tecnológica. Pero para ciertas áreas especializadas lo mejor es tener a alguien que sea una “chucha cuerera” en lo que debe hacer, un experto en la práctica día a día, para hacer frente al reto que se le avecina. Como contraste y por poner un ejemplo, en el portal de El Siglo hemos tenido picos de más de 2 millones de visitas por día y el sitio funciona, con servidores tecnológicamente modestos. Seguramente si fuera de gobierno a las 20 o 30 mil visitas colapsaría. Estamos hablando de mismos servidores y capacidad en “fierros” (hardware), mismos anchos de banda. Y claramente un gobierno tiene recursos para obtener lo mejor y último en tecnología.
No es cuestión de infraestructura, porque ya la mayoría aloja sus servidores y datos en plataformas en la nube. En el caso del registro para la vacunación está alojado en Google Cloud. “Intenta registrarte en la madrugada”, es el nuevo “haz fila desde las 5 de la mañana, para ver si alcanzas turno”.
Regular las redes sociales
A inicios de semana la titular de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, anunció que en el gobierno estaría analizando la posibilidad de regular las redes sociales. Suena algo descabellado pensar en primera instancia que se haga, pero si algo sabe de leyes es la abogada y ex ministra de la Suprema Corte de Justicia mexicana, por lo que no se pueden tomar a la ligera sus declaraciones. De hecho el Senador Ricardo Monreal ya tiene una iniciativa para la regulación, enfocándose principalmente en Facebook y Twitter.
Ya en el sexenio pasado de Enrique Peña Nieto en el 2017 impulsó una iniciativa de Ley para establecer restricciones para “comunicar información falsa o deshonrar a otra persona”, pero no avanzó. Una de las justificaciones del Monreal, es que se debe proteger la libertad de los ciudadanos, además de que según la iniciativa, las redes sociales utilizan infraestructura nacional, algo que de lo que no estoy seguro. Si bien el espectro tecnológico es propiedad nacional, así como la fibra óptica en muchos puntos, mucha de la infraestructura desplegada es propiedad de las empresas telefónicas y que son empresas privadas.
Es importante recalcar que Facebook, Twitter y otras redes sociales son empresas privadas, que tienen términos de uso y uno al inscribirse acepta o acepta dicho acuerdo si pretende formar parte de ellas. Según sus políticas, si alguien hace algo que no está permitido, puede ser dado de baja. Esto es lo que en primera instancia ha despertado la furia del ex presidente Donald Trump y seguido por el nuestro ¿cómo se atreve el “feis” a censurar al presidente más poderoso del mundo?.
Es interesante que nuestros gobiernos se preocupen por nuestra libertad de expresión. Pero es más importante que todos podamos expresarnos… no se olvide que según el INEGI hasta hace un año, había más de 36 millones de mexicanos sin acceso a internet.
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¡Al pesebre... fieras!