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Vaya Weeknd

Eduardo Sepúlveda
Eduardo Sepúlveda

Ya pasó una semana desde que se celebró el último Super Bowl y pareciera que ha pasado más tiempo… una eternidad. Ya casi olvido quién fue el ganador. Ya todo quedó atrás.

¿Y todas las polémicas que despertaron el juego y el espectáculo del medio tiempo? Habrá que esperar al año que viene, cuando se reavive la pasión que provoca una de las fiestas más importantes que hay. Hoy, ya nadie se acuerda.

Siempre es igual y aún sigo sin entender a las personas que les molesta que a otras personas les moleste que haya personas que comenten como si supieran o como si siguieran toda la temporada. Es decir, hay personas a las que les molesta lo que les molesta a otras personas y les molesta más que lo hagan saber. Caso aparte son las que solo se enfocan en el espectáculo del medio tiempo. ¿The Weeknd? ¿Qué es eso? Ni siquiera está bien escrito.

Antes del 7 de febrero, el nombre del artista en mención no me decía nada. Desde Ozzy Osbourne, no suelo ver o darle mucha importancia al espectáculo del medio tiempo del Super Bowl (aprovecho para comer o ir al baño), porque por lo general los músicos invitados no me interesan. Así que no soy un especialista en el tema. Sin embargo, siempre uno termina enterándose de todo y viendo hasta lo que no. Ayer, casi sin querer, di un repaso a los últimos ‘half time’ de los recientes y afamados encuentros finales de la NFL y qué creen, confirmé algo: este año, el show se quedó corto.

Algunos justifican que “se quedó corto” por la pandemia, ¿y eso qué tiene qué ver? ¿En qué afecta? El artista canadiense invirtió 7 millones de dólares (me lo dijo un pajarito azul) en un espectáculo que no dejó satisfechos a muchos televidentes, y lo hizo solo por estar “a la vista del mundo”. ¿Serían los 13 y minutos y medio más caros de su vida? ¿Le sacó provecho? Yo creo que sí.

Se sabe que los artistas del Super Bowl no cobran y, en muchos de los casos, ponen de su bolsa para que el show quede a su gusto y exigencia. ¿Por qué? Fácil, es el escenario sobre el cual apuntan las miradas de más de 100 millones de personas tan solo en Estados Unidos, más otros tantos que se añaden en el resto del planeta. Y aunque pareciera que los artistas no ganan nada, sus ventas aumentan en un 60 %, según estimaciones, se vuelven tendencia mundial y las reproducciones de sus temas en diversas plataformas suben de manera exponencial.

¿Por qué las críticas a The Weeknd? En primera, porque así somos; nos gusta ver correr “sangre”. En segunda, porque a eso se atiene un artista que se exhibe en la vitrina más importante. ¿Le afecta? Sí, ya vimos que para bien. “No pude dejar de sonreír durante toda la actuación. Gracias, Pepsi, NFL y Roc Nation por creer en mí para traer una nueva versión del espectáculo del medio tiempo. Beso y abrazo. ¡Lo hicimos!”, escribió el cantante en sus redes un día después.

Entonces, ¿por qué nos (les) afecta tanto a algunos lo que a otras personas les guste o no les guste? No termino de entender.

Me parece que el “error” de The Weeknd, y por lo cual no terminó de convencer a la mayoría, fue salir “solo” al escenario. ¿Culpa del covid? No creo. Igual estuvo rodeado de bailarines. Igual, en años anteriores, los artistas que convivieron no estaban juntos todo el tiempo.

Sí pudo haber dueto este año, sin necesidad de gastar tanto dinero.

A mí, a fin de cuentas, me da igual. Ni ganó el que quería ni soy fan del show del medio tiempo. Solo sirve para entretener durante un rato a millones de humanos en el mundo que buscan tema de conversación. Y al final, todo pasa.   

Lo que me asombra es que todos los años son los mismos temas que salen como si fueran nuevos y la gente parece que no lo nota. Lo que me preocupa, en todo caso, es pensar que cada vez se puede volver más difícil encontrar al artista ideal para un show exigente (¿un cantante con solo 10 años de experiencia profesional?), todo porque parece que la creatividad ha caído en un bache, o se limita a repetir las mismas frases y sonidos simples (en muchos de los casos “impresentables” ante una audiencia tan abierta e importante).

The Weeknd se la quiso jugar solito; lo peor que pudo pasar fue que al final la gente dijera: “le faltó algo”.

Síganme para más críticas y comentarios “inconstructivos”. Hasta el año que entra.

*Texto tomado del Libro de las Muy muy muy Nuevas Revelaciones según el Dihablo. 

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